Capítulo 8: Nuevos Obstáculos

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En el lugar donde estábamos se detonó un total silencio. Las palabras de Sakura habían sido las causantes. ¡Hinata embarazada! ¿Cómo pudo saberlo tan rápidamente? Me pregunté pero a la vez recordé que había sido entrenada por una de las mejores ninjas médicos.

Los ojos azules del pelirrubio se aferraron hacia Sakura, mirándola con asombro y quizás preguntándose si aquella sorpresa que estaba pasando era real. Baja la mirada hacia su esposa y le sonríe con gran alegría. Ella le devuelve la sonrisa mientras se levantaba y se arrojaba a los brazos de Naruto. Llenos de felicidad.

- Felicidades – Dice la pelirosa mirándolos con ternura.

- Descansemos aquí – Sugiero inmediatamente para que Hinata se pudiera recuperar. La alegría merodeaba a nuestros alrededores aunque yo no estaba muy feliz pues deseaba encontrar lo más pronto posible a aquel grupo o por lo menos tener alguna señal de ellos.

Naruto empezó a atender a Hinata como si ella no pudiera hacer nada por su estado pero la torpeza siempre estaba de su lado, lo cual hizo que tumbara algunas de sus cosas, ella le sonrió y le habló para luego darle un suave beso, ayudándole a servirse sus cosas.

Me encontraba apoyado en un árbol observándolos, en eso sale Sakura y me entrega un plato de almuerzo que había preparado en la mañana.

- Gracias – Digo tomando el plato y así tocando sus delicadas manos.

Ella me sonrió y se dispuso a comer el almuerzo, miraba entre piqueo a la pareja de casados que teníamos en frente.

- Sasuke yo... - Intenta balbucear algunas palabras.

- Ahora no Sakura – Corto sus palabras – Quiero concentrarme en esta misión – Explico esperando que de alguna manera me entendiera.

Pasado el mediodía llegamos a la aldea y nos dividimos para preguntar a los humildes aldeanos los incidentes que habían ocurrido. En la respuesta de todos, la mayoría coincidió que era un grupo bastante inteligente y no habían causado daños, solo robaron alimentos y armas.

Continuamos el camino hasta que en un momento ya había anochecido. Estaba frustrado. Nada de información sobre aquel grupo.

Armamos una fogata y nos dispusimos a cambiar horarios para descansar. Empecé yo de vigilante.

La noche estaba tranquila la luna brilla y el silencio gobernaba en el lugar, Sakura estaba echada cerca del fuego, permitiéndome apreciar su belleza. Pero tan pronto que todos cayeron dormidos.

- Uchiha... – Escuche mi nombre en un susurro sombrío cerca mí.

Me levante inmediatamente dispuesto a localizar el origen de aquella voz. Camine buscando.

- Sasuke... - Susurró nuevamente. Ya estaba harto de su juego.

Me adentre más hacia donde creía que provenía aquel sonido, entre la oscuridad que creaba el mismo bosque. En la oscuridad absoluta intento buscar algún rasgo.

- ¿Qué quieres? - Digo en esperando su respuesta e intentando ver de dónde provenía.

- A ti – Dice sin más rodeos.

Shuriken son lanzadas hacia mí, en segundos reacciono y a todas las detengo con mi kunai.

Nuevamente intento buscar quien era aquel sujeto que me hablaba.

Al otro lado empiezo a escuchar: golpes, gritos de furia, arboles caído y en conclusión pienso -Sakura-

Delante de mí aparece un hombre macabro de tez blanca, cabello largo color negro con sus ojos ocultos.

- Es grato volver a verte – Menciona con cierta alegría.

Me lanzo al ataque sin pensarlo más e intento golpear a aquel sujeto pero cada golpe lo esquiva como si pudiera anticiparlo.

- No quiero pelear – Dice mientras detiene mi golpe en un instante.

Quedo perplejo por su agilidad.

- Vengo a advertirte - Dice - Que donde tú estés, llevaras el peligro contigo.
Mejor anda solo.

Esas palabras siempre habían sido marcadas para mí, la eterna soledad mi compañía pues mi presencia solo causaba problemas.

Me abalance nuevamente hacia el hombre y lo sostengo del cuello contra un árbol, el sonríe.

- Sakura puede estar en peligro – Suelta con un tono suave pero amenazante.

Un quejido escucho detrás de mí.

- Sasuke – Dice mi nombre la mujer pelirosa.

Volteo el rostro y la veo a ella que estaba detenida con un arma rozando su cuello, golpeada y agitada pero en sus ojos se podía ver la fuerza interior que tenía, ni una lagrima había caído de sus ojos sin embargo miraba al sujeto lúgubre con cierto aborrecimiento.

- Déjala – Grito mí deseo a aquel hombre.

- No pienses seguirnos Sasuke – Dice ignorando mi petición - Que le irá peor a ella – Me advierte dejándome aturdido e impotente.

¿Qué podía hacer? Estaba helado, me sentía débil, mis pensamiento se nublaron.

En eso sus ojos me iluminaron al mirarme. No podía dejar que se fuera, simplemente ella era mi camino, quien le daba sentido a mi vida y por quien debia luchar.





Queridos lectores:

Lamento mi gran retraso no tengo excusa. Disfruten este capitulo pronto publicare los demás. Y les entregaré un capitulo extra. Que sera narrado esta vez por Sakura. Besos.
Y felices fiestas.

Mi destino flores de cerezo [SasuSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora