34. Desde París, con Amor Parte 1.

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Los salones del hotel tienen pisos de mármol con una decoración que me hacen recordar la película de María Antonieta de Coppola.

La marca no sabe escatimar en cuanto a consentir a sus modelos, por eso es que cada una de Las Flores tiene una habitación.

La mía estará en el cuarto piso junto a la de Fernanda. Jackie estará en el sexto piso con Maíra y las demás.

- Eso no importa. Vamos a tener las mejores pijamadas en estos días. Dice Jackie.

Tendremos la primera junta a las tres de la tarde. Sutton va a presentar algo de su inspiración para la campaña, además, el productor del comercial estará ahí para presentar el storyboard de la sesión de fotos.

Al mediodía tendremos las pruebas de vestuario para ver qué tipo de lencería estará utilizando cada una.

Serán dos días de grabación pero Jackie me advierte que algunas tomas se harán por la noche. Estoy segura de que hará mucho frío

Jackie prefiere ir a tomar una siesta a su habitación pero estoy tan sorprendida y emocionada de estar aquí, que no importa descansar o tener que trabajar a medianoche.

Bajo a la recepción del hotel para buscar un mapa y encontrar algunos de los sitios turísticos cercanos al hotel para ir a conocer en cuanto antes. Soy algo anticuada pero hay algo en la idea de recorrer París con un mapa en mano, que me emociona.

Louvre está muy cerca de aquí por lo que salgo del hotel sin dudar que esa será mi primer parada. Aunque sé que no tendré tiempo para recorrerlo el día de hoy, una vez que me acerco, saco de inmediato mi cámara fotográfica para tomar cuanta foto pueda, además de la selfie obligada para compartirla en instagram.

No pasan de los cinco minutos de haber subido mi foto frente a la ya tan popular pirámide en la entrada de Louvre, que Britt le da "like"a mi foto en instagram, comentando que me envidia, que le encantaría estar haciendo este viaje conmigo.

Me pierdo entre la avenida cubierta de tierra que está en medio de la entrada al Louvre. Cada rincón de esta ciudad es muy museo, cuyas obras de arte no se pueden dejar de admirar. Por algo siempre ha sido mi sueño.

Su arquitectura es tan romántica, tan hermosa. Veo que hay muchas parejas a mi alrededor. No puedo evitar acordarme de Harper y del hecho de que íbamos a estar juntos en esta ciudad. Si Nueva York es una ciudad apasionada, París lo es mucho más. Te hace querer caminar por sus calles, de la mano de alguien, en este caso, me gustaría sentir las manos de Harper.

En medio está el Río Sena, que une al Instituto de Francia con el Museo de Louvre, este te lleva al Pont des Arts. Sobre el río está un ferry que ofrece un tour por dieciocho euros. Prefiero caminar y admirar todos los souvenirs, libros, curiosidades en blanco y negro de París, de Edith Piaf, Le Chat Noir y demás cosas tan típicas de París ante el mundo. Compro uno que otro souvenir para llevarle a Britt, a mi tía y también a Pat.

Es así como me voy acercando más y más hacia donde están los candados que ponen todos los enamorados para después arrojar la llave al Río Sena.

Fui muy cursi al pensar que Harper y yo íbamos a sellar lo que sentíamos al arrojar la llave de nuestro candado al río, pero él no está aquí, y lo único con lo que puedo conformarme es con mirar todas las historias de amor que ya fueron o son, todas colgadas sobre las rejas del puente. Porque mi historia parece tener muchos puntos suspensivos, que no sé si considerar que tal vez Harper y yo estamos mejor separados.

Salto del susto al sentir como alguien intenta jalar mi bolsa. Pienso que van a robarme, es algo que escuché mucho antes de venir a París, pero sólo veo a un niño frente a mi. Saco un euro, pienso que me pedirá dinero, pero sólo me entrega un candado que trae una nota. No dice más, seguramente no habla inglés o español.

Memorias de una Ex-GordaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt