Memorias de una Ex-Gorda

23. La Cruda Verdad

Dejé a Nathan a mitad de la nada, con los rascacielos minimizándolo mientras corría atravesada por las palabras de mamá; "Tu padre se está muriendo por tu culpa". 

Lo imaginaba cayendo lento sobre el piso, derramando su refresco de cola que se servía en el mismo vaso de los Broncos de Denver. Con los ojos desilusionados al descubrirme semidesnuda en todas las revistas y pósters que comentó mamá. 

Nathan me detuvo al pisar la banqueta.

- Sophie, ¿ Qué pasa?

Estaba tan angustiada que no sabía cómo explicarle lo que había ocurrido.

Sólo pensaba en tomar el primer vuelo disponible para ir a ver a papá. Si él moría, yo iba a ser la única culpable.

- ¡Mi papá! Mi papá está muy mal. Se va a morir. 

- ¿Cómo que se va morir?

- Si. Mi mamá me acaba de llamar para decírmelo.  

Sentí su abrazo intentando tranquilizarme.

Fue un gesto muy lindo.

- Tranquila. Yo estoy aquí. Todo estará bien.

- ¡No! No estará bien. Necesito ver a mi papá. Nathan tengo que irme. Será mejor que no volvamos a vernos.

- ¿Qué?

Mis palabras lo tomaron por sorpresa.

- Si. Olvida lo que ocurrió. Fue un error de una sola noche. Además, tú estás con Tatyana. ¡Estás con Tatyana! Dios. ¿Qué hice?

Tuve sexo con Nathan y él estaba con Tatyana. No pensé en nada cuando lo tuve entre mis brazos. Fui egoísta. Pensé en mi placer, no solo en el sexual, sino en el deseo de poder vengarme de él. Imaginando lo que sentiría Tatyana al enterarse de que la modelo nuevo, la novata del año, la que tanto odiaba, se había acostado con su novio.  

¿Cómo iba a reaccionar Nathan cuando se enterara que había estado con la misma gorda de la que se burló tiempo atrás? La misma gorda que  ahora se estaba dando el lujo de pedirle que no la volviera a buscar. La que estaba dándose aires de importancia. 

- No me pidas que no te vuelva a ver. No después de lo que pasó.

- Será lo mejor.

- No. Tú no puedes decidir por mi. Me gustas. Me gustas mucho. No dejo de pensar en ti desde que te vi en el desfile. Y la verdad es que lo que pasó ayer es algo que voy a querer repetir una y otra vez.

- No mientras estés con Tatyana.

La realidad es que no me había importado que él estuviera con Tatyana. Había caído en mis redes.

- Es que ya no estoy con Tatyana.

- ¿Por qué?

- Terminé con ella anoche. Ya no la soportaba. Lo nuestro no era amor. No podía seguir soportando  sus berrinches, sus caprichos. 

Toda su relación estaba basada en ella: En el dominio de LA MODELO ROSA. La top model del momento. Nathan nunca existió. Eso había terminado por fastidiarlo. 

- Eso no cambiará nada.

- Lo dices muy segura.

- Porque lo estoy.

- ¿No te gustó?

Ahora lo tenía tal como nunca imaginé; Arrodillado ante mi.  Bastaron unos cuantos minutos de placer para tenerlo así; Humillándose, pidiéndome que no lo dejara.  Y esto debe ser algo muy difícil para un hombre como él; Tan sobrado y  seductor.