Se cerraron las puertas y Luhan decide dar un recorrido por toda la casa, recordando aquellos momentos inolvidables que tuvo allí; recordó cuando lo llevaron a pescar, fue la última vez que pudo ver a sus padres felices juntos a él, digno de una familia. Pero no todos los momentos eran hermosos. El último recuerdo que tuvo con su madre era la vez en la que ella llegó irrumpiendo la oficina de su padre con un extraño papel, tomando a su hijo fuertemente de su mano. "No tienes suficiente tiempo para nosotros, Luhan y yo necesitamos eso, una vida así no me funciona. ¡Firma los papeles!". Para un niño apenas de diez años fue duro cuando sus padres llegaron a los tribunales discutiendo la custodia del pequeño, saliendo victorioso el Señor Xiao con el acuerdo de ser visitado por su madre cuando ella quisiera.

Con el motivo de no recordar esos malos momentos fue hasta la cocina a buscar un poco de jugo de naranja, sabía que lo encontraría en la nevera ya que era el favorito de ambos. Cogió un vaso y lo llenó tomándolo de un solo trago. Conocía la casa perfectamente por lo que cogió sus maletas y las subió a la que fue su habitación, las depositó a un costado cerca de su cama y se desplomó encima de esta.

A su mente seguían llegando recuerdos infinitos, uno de ellos involucraba cuando todos pintaron su habitación decorandola de la mejor manera que un niño podía imaginar, después del trabajo hecho todos terminaron manchados de pintura con una hermosa obra de arte frente a ellos.

Sacó su portátil del bolso, tecleó algunas cosas y en pocos minutos ya se encontraba hablando vía Skype con su amigo de la infancia, BaekHyun. No lo había visto en persona desde que viajó a Europa, pero nunca cortaban comunicación alguna y ahora él había vuelto a Corea así que podrían salir y divertirse como antes, pero sería mañana ya que había prometido a su padre que se quedaría al menos ese día en casa.

-¿Y cómo te fue con las clases de diseño?.

-Fue duro ya que mi padre quería estudiara administración, pero gracias a hablarlo un poco pude estudiar ambas carreras paralelo. Pero vaya que terminaba el día agotadísimo.

-Se nota- rió- Mínimo y conseguiste el número de alguna chica guapa.-soltó una carcajada al otro lado del monitor.

-¿Alguna?¡Casi toda mi clase quería conmigo!-anunció el muchacho de cabellos negros.

-¡NO!, estás en bromas ¿cierto?.

-Al parecer no, inclusive mi profesora de lengua trató de tener un romance conmigo.

- Por algo es, "profesora de lengua". ¿Cómo se llamaba?

Enfatizó la última frase haciendo comillas en esta última. Y le creía, su amigo siempre había tenido el rostro tan delicado y esto solo hacía que no pasara desapercibido en ningún lugar, sacando suspiros de algunas chicas y chicos que estudiaban con ambos. Baek y Luhan eran los más bellos en todo lugar al que iban, algunos los pintaban de chicos muy delicados pero eso poco les importaba, ellos estaban felices de la suerte que les habían mandado.

-Supongo-rió.- su nombre era Taeyeon, aunque no fue nada serio más bien fue para cursar invicto ya que tú sabes cómo hay esas mujeres locas que se desahogan y luego terminan desaprobando.

-Si se bien a lo que te refieres, aunque sigo sin entender por qué te fuiste a estudiar allá durante el periodo escolar y universitario.

-No había mucho que elegir, pasé por malos momentos y bien lo sabes, lo bueno es que volví y ahora no podrás librarte de mí ¡O cerrarme el Skype en medio de una conversación tan importante.!

Ambos rieron.

-¡Si, desde mañana empieza nuestra locura.!

-Yeah, yo yo yo man!.

Life WithinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora