Quedate a mi lado - rubelangel fanfic

Cambio de planes.

[Narra Mangel]

Conversación con Rubiuh [ultima conexión hace tres días]

YO: Rubius estás ahí? Dónde andas tío?

Yo: Rubius? Dónde estás?

Yo: Rubius estoy comenzando a preocuparme por favor tío contesta

Dime que estas bien

Pero ninguno de mis mensajes parecía llegar hasta su dueño, no contestaba mensajes ni cogía el teléfono, no era el único que no podía localizarlo, hace más de tres días que habíamos comido todos juntos en casa de Alexby, la verdad es que la comida había salido podríamos decir que bien, aunque solo podríamos decir... La verdad es que el comportamiento de Rubén realmente no me sorprendía, siempre había sido un poco cabrón con todas mis novias, solía ser muy celoso con respecto a mí, después de todo era su mejor amigo.

Alex y yo siempre estábamos discutiendo con respecto a este tema, según él yo siempre le daba mucho poder sobre mí a Rubius y bueno no voy a negar que de alguna manera es así, somos prácticamente hermanos, hemos pasado tantas cosas juntos que estoy seguro que una amistad como la nuestra no hay que se le compare, conforme íbamos creciendo y pasado más tiempo juntos habíamos aprendido que las novias eran pasajeras pero que siempre nos tendríamos uno al otro cuando todo esto pasara.

Es muy necesario que esté presente en cada momento de planificación que se lleve a cabo, dejando de lado el hecho de que es el padrino, porque es mi familia, es parte de mí pero más que intentaba comunicarme con él no conseguía absolutamente nada, comenzaba a frustrarme, desde ese día Alex estaba más extraño que de costumbre, más apenado que cabreado y eso era un gran cambio para él y me hacía preguntar más que había pasado cuando me fui de su casa.

Pero por mucho que quisiera que Rubius estuviera ahí en cada momento, siendo mi mano derecha no podía perder el tiempo, nos quedaban aproximadamente tres semanas para dejar todo listo, el tiempo se me venía encima y aunque no quisiera elegir, mi futura esposa iba a ser primer, ya no se trataba de una simple novia más, era la mujer con la que yo había decidido compartir mi vida, eso no se puede simplemente hacer a un lado.

¿Mangel? ¿Nos vamos? - Alex intentaba llamar mi atención, levanté la mirada del móvil asintiendo levemente, aún teníamos muchas cosas quehacer como ver los trajes que usaría - Vegetta y Willy nos alcanzarán en la tienda, hay que apresurarnos o nos perderemos la cita.

- Entonces vámonos Alexby, venga - intenté sonreír, no me quedaba de otra, es mi boda no un funeral y es que no es que quisiera decidir, es que la vida me lo está poniendo a huevo...

[Narra Rubius]

Han pasado varios días, es cierto y me he desaparecido totalmente de cualquier nexo con esta boda, no creo que sea una buena idea por mucho que la chica parezca ser perfecta , la realidad es diferente, nadie puede ser tan educada, tan culta, tan buena gente y sobretodo ser guapa... bueno tal vez sí, pero no me lo creo, no es algo que acepte, además de que todos parecían tan encandilados con lo romántico de la situación pero si somos realistas, el amor no dura para siempre.

Y por lo que había visto ninguno apoyaba del todo la decisión de Mangel pero ninguno era tan valiente como para decirle las cosas en su cara y yo que lo había sido, había quedado como el malo en esta historia ¿Ustedes lo ven normal?

Fue por eso que tomé esta decisión que la boda se llevara a cabo o se hundiera era cosa suya, yo no iba a estar involucrado en algo que no tenía ningún sentido para mí, él lo había decidido, había decidido alejarse, bueno... íbamos a crecer alguna vez, pero no pensé que fuera tan pronto...

No podía dejar de darle vueltas al asunto, no importaba que hiciera o con quien saliera, los recuerdos con Mangel me abrumaban, había llegado al punto que lo mejor era permanecer en mi casa encerrado jugando videojuegos o lo suficientemente ebrio como para permanecer dormido todo el día y hasta el momento el plan estaba saliendo como lo había planeado, pero no contaba con que tenía amigos tan marujas que vendrían a buscarme...

- ¡Rubén abre la puerta de una vez! - gritaba fuera Vegetta aporreando la puerta, parecía que la iba a tirar en cualquier momento - ¡Hablo en serio más te vale abrir!

- No creo que lo haga, deberíamos ir por el casero Vegetta - Willy intentaba calmar un poco a su compañero - ¿Y si le ha pasado algo?

- Pues solo hay una forma de averiguarlo - contesto el otro volviendo a forzar la puerta de un empujón, un poco más y partiría la puerta a la mitad

- ¡Vale ya está! ¡Ya está! Ahora les abro - levanté la voz para que pudieran oírme - Que tocapelotas son ustedes ¿No tienen una boda que planear?

- Pero qué asco ¿Algo se murió aquí adentro tío? - bromeó Willy cubriéndose la nariz - Anda déjanos pasar, que queremos charlar contigo - me hice a un lado cuando termino de decir aquello, para que entraran, mi casa no estaba para recibir visitas lo admito, había más cartones de pizza, ropa sucia y botellas vacías que parecía un campo minado, a diferencia de su piso de ellos el mío era una asquerosidad, pero no habían venido a ver lo acogedor que era mi hogar y más les valía comenzar a hablar.

- ¿Y bien? - me crucé de brazos recargado contra una de las paredes, mientras ellos se ponían cómodos sobre mi sofá.
- Pensé que lo que decías sobre que te preocupaba Mangel era real - Willy comenzó a hablar cruzándose de brazos, yo fruncí el ceño enseguida ¿A que venía esto? Parecía que podía leer mi mente - Ya sabes, las cosas se pusieron un poco difíciles y te fuiste sin más, pensé que esta vez hablabas en serio Rubén
- ¿Alexby te dijo que vinieras? ¿Qué clase de broma es esta? - bufé pasando la mano por mi cabello
- Bueno yo reaccionaría igual si la persona de la que estoy enamorada se casara con alguien que no soy yo - Willy dijo seguro de sí.
- ¿Es que como puede casarse con ella que no lo conoce como yo? - un segundo ¿Qué era lo que acababa de decir? No caí en ello hasta que mis compañeros celebraron - No estoy diciendo que estoy enamorado de Mangel - pero quien mucho se justifica... Mis compañeros se pusieron de pie, palmeando mi hombro.

- Estes o no estes enamorado como dices aún estas a tiempo de recuperarlo, Vegetta y yo estaremos en el auto un par de minutos abajo - ambos salieron de mi piso sin más como cuando llegaron.

¿Estaba enamorado de Mangel? Por favor eso no tenía sentido alguno ¿o si? Solo había una forma de averiguarlo.

- ¡Chicos, esperen! - grité haciendo que volvieran sus pasos por el pasillo - ¿A dónde vamos?

- A la tienda de trajes - contestó Vegetta volviendo a palmear mi espalda, los tres recorrimos medio Madrid solo para llegar donde ellos aguardaban, al llegar Alex comenzó con su sermón hacía mis compañeros quienes casi pierden su cita de vestuario solo para ir por mi, yo también esperaba una llamada de atención pero en su lugar había recibido un abrazo, estaba claro que sentía mal por lo del otro día, no pasaba nada, ambos nos habíamos dejado llevar.

-- ¿Rubius? - la voz sorprendida de Mangel me hizo girar, pero el sorprendido fui yo al verlo en su traje negro, con camisa blanca, creo que nunca lo había visto de esa manera.
Mierda... Que bien se veía, ¡mierda! ¿En verdad sentía algo por él?