Capítulo 16: Me esforzaré en traerlo de vuelta

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No encontró a Lay, por lo que decidió enviarle un mensaje avisándole de que tenía su chaqueta; sin embargo, en su lugar encontró a Luhan durmiendo en un sofá. Suspiró al verle acurrucado, se veía como un bebé.

—Luhan, despierta —habló poniéndose de cuclillas al lado del rubio.

—¿Uh...? —murmuró adormilado Luhan, no entendía que pasaba ni donde estabas.

—Sehun te buscaba —habló Chen mientras ayudaba a ponerse en pie a Luhan—, oye, ¿has tomado algo?

—No lo sé... No me acuerdo... —respondió, sus respuestas no parecían ser de mucha ayuda. Chen hurgó en los bolsillos de su amigo, encontrando una servilleta con un mensaje:

"He cogido mis cosas, no te quedes hasta muy tarde
Sehun"

Chen suspiró, Sehun se había largado y Luhan no estaba en condiciones de volverse sólo a casa, y menos a esas horas, por lo que tendría que hacer de niñero y llevar al rubio a su casa sano y salvo.

—Nos vamos a casa, venga —dijo tomando a su amigo de la mano, arrastrándolo hasta la salida, no tenía coche ni dinero para tomar un taxi, por lo que sólo les quedó tomar el metro.

Luhan no parecía encontrase precisamente bien, ¿se podía saber que se había bebido en la fiesta? No podía llevarlo a su casa, a su madre le daría un infarto al ver a su pequeño Luhan en ese estado, así que optó por la idea más estúpida pero con menos riesgos, llevarlo a su casa a dormir, total, no era la primera vez que Luhan dormía en su hogar.

Cuando llegaron, la casa estaba completamente a oscuras, seguramente su madre y hermano ya estarían durmiendo desde hacía rato, eran las dos y cuarto. Chen tenía sueño y quería dormir pero con un Luhan casi borracho no sería tan fácil. Maldijo por lo bajo y subió junto a Luhan, quien parecía haberse despertado un poco durante el trayecto. Al llegar a la habitación, el rubio se sentó en la cama de Jongdae y este empezó a buscar un pijama que pudiese usar.

—¿Dónde está tu móvil? —preguntó de la nada Luhan, Jongdae se giró y le miró con una ceja alzada.

—¿Para que lo quieres?

—Necesito buscar una cosa —respondió Luhan, en una situación normal no le hubiera dejado el móvil, pero sabía que Luhan era insistente y si tener su móvil le iba a tener callado, haría una excepción por aquel día. Señaló la mesa al lado de su cama, donde reposaba el objeto por el que preguntaba su amigo. Este, sin dudarlo dos veces, tomó el móvil entre sus manos y empezó a hacer de las suyas.

Cuando el moreno se sentó al lado de su amigo dispuesto a darle su pijama, descubrió que Luhan cotilleaba una conversación privada por mensajes, más concretamente, la de Minseok.

—¡Dame eso! —gritó y acto seguido le quitó el móvil de sus manos bruscamente, viniendo de Luhan, debía de haberlo supuesto—. ¿Quién te ha dado permiso para cotillear mis conversaciones?

El rubio se encogió de hombros, indiferente ante el enfado y vergüenza que sentía el contrario en esos momentos.

—Solo quería saber si seguías hablando con Minseok —se excusó después de unos segundos Luhan.

—Pues ya has visto que no —respondió Chen algo molesto, le daba vergüenza que hubiera leído sus conversaciones y los numerosos mensajes que le había enviado a Minseok en los últimos días, todos ellos sin respuesta.

—Al parecer nos quiere ignorar —declaró Luhan entristecido con la mirada perdida. Chen se sorprendió de la declaración de su amigo.

—¿Qué?

—No ha contestado ninguna llamada... Y el lunes pasado iba a despedirle en el aeropuerto pero en el último momento me dijo que no fuera... —explicó Luhan. El moreno tragó saliva, puede que su despedida con Minseok no fuese la más bonita, de hecho, se arrepentía de no haberle visitado cuando pudo, pero que Minseok rechazase a Luhan tan repentinamente era extraño.

—¿Por qué no me dijiste nada de esto? —quiso saber.

—Kyungsoo dijo que no te lo contáramos y no le dimos mucha importancia.

—Genial... —murmuró incómodo Chen. A saber que más sabían a sus espaldas. Sintió que tiraban de su camisa y desvió su vista a Luhan, quien inflaba sus mofletes como un hámster, gesto que le recordó a Minseok.

—No me gusta verte así Chen, ya ni te ríes ni haces bromas, quiero de vuelta al antiguo Chen —declaró finalmente Luhan. El nombrado suspiró cansado, Kyungsoo le había dicho lo mismo con otras palabras días antes, solo que el rubio lo había dicho de una manera mucho más infantil, algo propio de él. Era todo tan doloroso, temía que si no volvía a ser el mismo lo apartaran del grupo.

Sonrió falsamente y respondió:

—Me esforzaré en traerlo de vuelta, ¿vale?

Luhan asintió con una sonrisa en la cara.

Horas después, Jongdae se revolvía incómodo en el sofá, no podía conciliar el sueño, quería a Luhan como a un hermano, pero dormir con él se le creaba una sensación muy extraña, justo lo contrario que Minseok —con quién se sentía cómodo y seguro—, por lo que acabó durmiendo en el sofá. Ahora que lo pensaba, Minseok era la única persona fuera de su familia con la que se había sentido cómodo al dormir con él. En parte tampoco podía coincidir el sueño por la preocupación que sentía por el pelirrojo, no se esperaba la confesión de Luhan, si ya por el simple de hecho de no mantener contacto lo mantenía inquieto, que ignorase a todos a tal punto de rechazar a Luhan le preocupaba aún más. Todo era tan extraño. Suspiró cansado y cerró los ojos para intentar dormir, después de aquel día tan agotador, realmente lo necesitaba.

Siento llamarte Jongdae... ❀ {Xiuchen/Chenmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora