[EDITADO: 28/04/2016] 22

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La búsqueda de "Walters" nos llevó a la friolera de mil quinientas cincuenta personas en solo Ciudad Central y ninguno de ellos tenía antecedentes, bueno, solo cincuenta tenían multas sin pagar pero ninguno tenía cáncer ni patologías similares. Llamamos a la mitad para decirles si conocían a un chaval llamado Seth Lione o llevaban una órtesis, todas las respuestas fueron negativas.

Mientras indagaba más empecé a pensar y mi mente cinéfila hizo una exclamación sorprendente: "a lo mejor en vez de Walter es Wallace." Se lo expliqué a Tom y a Getxa.

—Ni para ti, ni para mi, busca Walter Wallace —dijo Getxa sonriendo.

—No es mala idea...

Busqué los dos juntos: Walter y Wallace, había veinte Walter Wallace en la ciudad y después de hablar con diez que no tenían esas características ni conocían al chico vi que uno vivía bastante cerca de la comisaría y había sido detenido por ir indocumentado. Les dije a los demás lo que había descubierto y aunque desconfiaron al principio, luego les pareció que "tenía lógica" así que nos fuimos a hablar con Wolf que nos dio permiso para ir a su casa.

Salimos de la comisaría Getxa, Tom y yo y bajamos al 42 del Irish Park, subimos a la quinta planta y llamamos al timbre, nos abrió un joven desgarbado pero terriblemente alto, llevaba el pelo en una pequeña cresta de color verde fosforito y nos miró de hito en hito.

—¿Eres Walter Wallace?

—No, Belial Illaum. Walter vive en los bungalós de la playa.

—¿Es tu hermano?

—¿Tengo pinta de ser su hermano? Soy su pareja ¿para que queréis hablar con él?

—Somos Glenn, Getxa y Tom —saqué la placa—. Policía de Ciudad Central, queremos preguntarle algo. Fue detenido por ir indocumentado.

—Ya lo sé, tiene "problemas mentales" —dibujó unas comillas en el aire— se le olvida a veces la cartera y otras muchas cosas.

Su voz era de un chico hasta los cojones de todo, vivir con un enfermo mental es durísimo. Lo digo por experiencia.

—¿De qué trabaja?

—¿Quién, él o yo?

—Los dos.

—Por favor, tutéame, solo tengo veintiocho años... yo soy químico y él es contable.

—¿Nos dejas ver alguna fotografía suya?

—Claro, esperad en el salón.

Pasamos a un salón bastante grande en el que una pantalla de cincuenta pulgadas que casi abarcaba una pared entera era la reina. Miré los deuvedés.

—¿Se apellida Wallace en serio?

—Se apellida Wallace y es fan de Tarantino, tiene gracia.

Vino con una bandeja de té con pastas y la dejó en la mesita de cristal. Me dejó la fotografía del muchacho. Era un chico larguirucho de cara morena y con marcas claras de haber sufrido bastantes injertos de piel, a pesar de tener los ojos claros tenía ciertos rasgos árabes. Su sonrisa estaba ladeada, los dientes los tenía blancos y cuidados. Me sonaba mucho su cara.

—¿Este no es el muchacho que estuvo en el hospital contigo? —Me preguntó Getxa.

—Hostia, es verdad, el que se le quedó la pierna atrapada en el vagón del metro.

—Es verdad, eres el tipo que tenía esa cosa en la garganta —dijo Belial tocándose la tráquea.

Walter Wallace fue mi primer compañero de juergas en el hospital, el que discutía de números con sus amigos. Otro flashback vino a mi mente y un nombre (o un mote) vino a mi mente: Atta.

[4] Las memorias de Leprechaun © {EN PAUSA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora