Capítulo 30. "-¿Adónde quieres llegar con todo esto?"

3.1K 192 22
                                    

Después de una eterna clase de Filosofía, termino separándome de Leah, ya que ella ha quedado con Will para tomar un café antes de marcharse a casa. Yo, en cambio, me dirijo hacia la taquilla para recoger todas las cosas que necesito llevarme a casa. No puedo negar que también lo hago porque me gustaría encontrarme accidentalmente a Zack mientras camino. No sé por qué pienso así. Sé que tenemos confianza de sobras para poder decírselo sin rodeos pero, a la vez, me parece la cosa más complicada del mundo.

Siento una mirada encima de mí mientras saco un par de libros de mi taquilla. No le doy más importancia porque, en el fondo, estoy rodeada de personas y es normal que, en algún determinado momento, me sienta observada. Continúo organizando un poco el interior de mi taquilla hasta que no me puede parecer más evidente que alguien tiene sus ojos puestos encima de mí. También podría decir que tiene su cuerpo encima de mí, porque Giselle se ha acercado tanto que ha terminado apoyando parte de su cuerpo encima de la taquilla que hay a mi derecha.

Sé que es una tontería hacer ver que no la he visto, porque Giselle Lewis es una persona que no pasa desapercibida, ni siquiera si se lo propone. Mi estrategia durará pocos segundos más. Después, cuando cierre la puerta de la taquilla, me encontraré con sus ojos y me veré en la obligación de preguntarle qué quiere. Cuando lo hago, pasa exactamente lo que he pensado. Giselle acomoda su cabellera rubia brillante, sonríe de medio lado y busca contactar su mirada con la mía.

—Hola, Giselle —digo, colocándome la mochila en la espalda—. ¿Necesitas algo?

—Quería preguntarte qué tal estás. Me he enterado de lo que te ocurrió.

Que Giselle Lewis me pregunte qué tal estoy es lo más extraño que me ocurrirá en la vida.

—Estoy bien —respondo, algo dudosa—. Gracias por preguntar.

Hago el amago de alejarme, pero Giselle mueve su brazo y me da un par de toquecitos en el hombro. Decido no dejar de caminar. Si ve que no quiero hablar con ella, puede que termine marchándose. Por desgracia, eso no es así. Se coloca a mi lado, caminando al mismo ritmo que yo.

—Ya que estamos hablando, quería preguntarte otra cosa —dice, mirando a ambos lados del pasillo, como si buscase a alguien.

—¿A mí? —arqueo una ceja—. Perdona que me sorprenda. Nunca te has acercado a mí con la intención de hablarme.

—Lo sé, pero, ¿sabes qué? Me he dado cuenta de que eres una chica genial. Por eso mismo quiero hablar contigo y no con otra.

—De acuerdo —sé que es mucho mejor hacer ver que estoy de acuerdo con lo que dice, así que fingiré un rato más—. ¿Qué necesitas?

—Últimamente te he visto muy pegada a Zack, en el buen sentido de la palabra —Giselle pasa su brazo alrededor del mío para entrelazarlo con el mío. Espero que nadie me vea de este modo—. ¿Puedes decirme qué tal es?

—No sé a qué te refieres, Giselle.

—Quiero saber si es buen chico, si es educado, si sabe mantener una conversación... No sé, todo lo que puedas decirme acerca de él.

—¿Adónde quieres llegar con todo esto?

—No quería ser tan directa pero, si no me queda más remedio... —se encoge de hombros—. Zack y yo vamos a tener una cita y, como le conoces tanto, me ha parecido oportuno preguntarte. No sabía que ibas a ponerte... así.

Tengo que centrar toda mi atención en controlar mis piernas para no caerme de morros al suelo. ¿Zack y Giselle van a tener una cita? ¿Cómo es eso posible? Sé que entre él y yo no existe nada más allá de una bonita amistad pero, por algún motivo, no puedo evitar sentirme decepcionada. Me molesta la idea de imaginármelos juntos, tomando algo en una cafetería y paseando por las calles del pueblo.

Stay AwayDär berättelser lever. Upptäck nu