"Mi Adorable Dios Del Amor". -Un Ser Enamorado-(En edición)-LGBT

"SUELO"

Capitulo 8

Aquel auto pasó de largo sin detenerse. Mientras que por otro lado la lógica gravedad mostró a los dos jóvenes en el suelo, uno encima de otro.( Eiren estaba debajo por cierto ).

El desconocido miró al dueño de esos "hermosos soles" y comenzó a reír amigablemente.

---- ¿Por qué ríes?----preguntó confundido el mortal.

----Porque fui salvado por un ángel.----contestó mirándole con interés.

Los dos jóvenes se pusieron de pie sacudiéndose al mismo tiempo el polvo del suelo.

----Mi nombre es Kabuki, ¿Cuál es el tuyo?----(sonriéndole).

----Mucho gusto, mi nombre es Eiren----mientras hace una reverencia.

----Ven conmigo---- le tomó una de las manos al ex-semidiós

---¿Eh?, oye, espera, ¡¿a dónde me llevas?!---dijo en voz alta mientras era llevado de sorpresa.

Ambos pasaron la avenida dando unos cuantos pasos, y antes de que Eiren quisiera soltarse, se dio cuenta de que el chico de ojos azules le llevó frente a un restaurant-bar que se encontraba inmediatamente llegando después del cruce.

Kabuki miro a Eiren una vez más. ----Entremos ---dijo este mismo, y llevo hasta adentro a nuestro desconcertado amigo dejándole esperar sentado sobre una mesa hasta el fondo. Acto seguido, le dijo que le esperase ahí un momento, y luego éste entro a un cuarto trasero especial para el personal.

Eiren espero unos veinte minutos, y luego al voltear hacia la barra que estaba cerca, vio a Kabuki vestido de mesero con un café y una rebanada de pastel de chocolate sobre una charola extendida que este mismo llevaba con una sola mano.

----Aquí tiene señor, cortesía de un hombre agradecido---( mientras ponía aquellos exquisitos alimentos sobre la mesa).

Eiren trato de decir una palabra y Kabuki lo detuvo anticipadamente con un dedo sobre sus carnoso labios diciéndole que sólo escucharía peticiones o reclamos hasta después de que él se comiera su regalo de agradecimiento.

Los minutos volaron con el café y el pastel terminados; y cuando Eiren trataba de hablar con el pelinegro, este solo sonreía y le pasaba de largo, para servir o llevar cuentas a las otras mesas.

Al cabo de treinta minutos así el ex-semidiós se resignó a esperar desde su lugar al extraño chico tan amable que comprensiblemente no podía atenderle.

Viendo entretenido todo el movimiento que había dentro de aquel sitio, protagonizado por todos los camareros llevando y trayendo, ignoro por completo cuatro horas que se fueron como un suspiro, al perder la noción del tiempo.

Mientras el rubio miel jugueteaba con una servilleta , el otro mortal pasó nuevamente cerca de su lugar,y le dejó una nota que decía: -"terminó en 15 min".

Pasó el tiempo pronosticado , y por la puerta principal salieron ambos jóvenes.

En medio de una caminata hacia un lugar indefinido los dos aprovechaban el momento para conocerse mejor.

---- Entonces, déjame ver si recuerdo bien toda la lluvia de información que me has dejado conocer acerca de ti.---- plantea Kabuki en un tono relajado.---Vienes de Alemania, aunque ya tienes estudios; tomas nuevamente casi el último año de bachillerato aquí , y eso es gracias a algunas leyes (que aun te marcan como menor de edad) y movidas truculentas por parte de una trabajadora social que es enviada por la embajada de Alemania y que obligadamente "porque es su trabajo" cuida mucho de ti ( y eso es un poco sospechoso de verdad). Además de ser extranjero también eres japonés porque tu difunto padre junto con tu aún viva madre quisieron que tuvieras el apellido y segunda nacionalidad que por derecho también te corresponde, haciendo énfasis y repetir que es por eso que puedes y debes estudiar aquí. Casi olvido el hecho de que tienes diecisiete años (aunque no los aparentes), vives en la casa de un chico que conociste antes de asistir en el mismo colegio y clases que él (y eso sinceramente me da miedo, yo diría que es una conspiración del destino). Formas parte de un club yaoi cuya palabra desconocías su significado y ahora te arrepientes de haberte informado y formado parte de él; has salvado mi vida y yo te he regalado un café y una rebanada de pastel que ahora ya llevas más de cuatro horas de haber comido y que es más que seguro que llegando a casa te lleves una evidente consecuencia, y antes de terminar de mencionar que no sé porque estoy hablando así , tú me dijiste lo más importante que es ...---(dejó un suspenso tratando de recordar).