Sálvame // Camren

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- Dinah Jane Hansen, 21 años, estudiante de Derecho en segundo año, apuñalada dos veces en la espalda - me dijo Javier apenas llegué a la escena.

El cuerpo se encontraba de norte a sur con la cabeza inclinada lateralmente hacia la izquierda y los brazos flexionados hacia adentro en un grado aproximadamente de 30. La chica de aspecto polinésico, cabello café y piel morena vestía unos blue jeans desgastados, blusa blanca con sweater rojo y zapatos que hacían juego con su sweater. 

- ¿Testigos? - le pregunté al detective Sarmiento esperando a que la respuesta fuera positiva. 

- Ninguno - dijo con la misma expresión que yo tenía en la cara - el asesino fue extremadamente precavido y esperó a que no hubiera nadie a la vista para atacar. 

- ¿Tomas de las cámaras de seguridad? - pregunté sabiendo cuál sería la respuesta.

- Este es el único punto del Campus que no está cubierto con cámaras.

- Me lo esperaba - confesé - ¿huellas, algún rastro, pisadas?

- Nada - no podía creerlo - el ignoto se encargó de dejar la escena más que limpia.

- ¿Y me estás diciendo que nadie vio nada? - pregunté con un tono más fuerte.

- Nadie detective Jauregui.

- ¿Quién encontró el cuerpo? - pregunté mirando a una chica que no paraba de llorar. 

Sarmiento buscó en la lista que llevaba escrita en un papel antes de responderme.

- Camila Cabello - me señaló a la chica que lloraba - pasaba por aquí para ir a una clase cuando vio a la víctima en el suelo. 

- ¿La conocía? - supuse que eran amigas, ya que no paraba de sollozar. 

- No, pero el golpe fue muy grande para ella. Dice que la víctima estaba agonizando cuando la encontró.

Pasé por debajo de la cinta amarilla que resguardaba la zona y me acerqué a la chica de pelo negro largo. 

- Detective Jauregui - me presenté - ¿necesitas algo? ¿ayuda de un médico? 

Lloraba tanto que no podía hablar así que simplemente asintió con la cabeza. 

Le indiqué a uno de los paramédicos que la revisara ya que era bastante obvio que estaba sufriendo un ataque de pánico. 

Cuando se estabilizó volví a acercarme para interrogarla. 

- Señorita Cabello ¿se encuentra en condiciones de hablar sobre lo que sucedió?

- Creo - dijo con la voz quebrada.

- Cuénteme todo desde el principio - le pedí - si siente que es mucho está bien, puedo interrogarla luego.

- Estaba en clase de Literatura y luego me tocaba Textos Históricos, que queda en el edificio D, este es un atajo que muy poca gente usa porque casi nadie sabe que existe, así que caminé rápido y cuando doblé para entrar aquí vi a una chica tirada en el suelo, creí que se había caído pero al hablarle no me contestó así que supuse que estaba desmayada - tomó una bocanada de aire - cuando me acerqué vi sangre alrededor y la escuché quejarse, en ese momento llamé al 911 y fue cuando llegaron los detectives, le juro que no vi nada más, no había nadie aquí. 

- ¿Tienes Literatura con la profesora Simpson? - le pregunté sabiendo que mi suegra impartía la mayoría de las clases.

- Sí, ella puede confirmarle que estuve allí todo el tiempo - la chica estaba muy nerviosa y articulaba muy mal las palabras. 

- Muchas gracias, puedes irte o si quieres te llevo a tu casa, sin duda te puedo dar un justificante para tus siguientes clases - le dije sin darme cuenta de que había comenzado a hablarle de tú.

- Si puede llevarme sería genial - me dijo entre lágrimas - gracias.

Nos subimos al auto y para cambiar el tema de conversación le pregunté qué estudiaba.

- Literatura - me dijo un poco más calmada - ¿cómo conoce a la profesora Simpson?

- Es mi suegra - le conté con una sonrisa en la cara.

- ¿Brad es su novio? 

- ¿Lo conoces? - le pregunté sorprendida.

- Nos hizo un curso hace dos veranos.

Brad había estado haciendo cursos a los aspirantes de Literatura durante algunos veranos así que no era novedad que lo conociera.

- Bueno pues sí es mi novio - le confesé con una pequeña risa - ¿tú tienes novio? 

- ¿Yo? - comenzó a reír - ¿es en serio? 

- No entiendo por qué te ríes - le dije honestamente.

- Vamos - me miró con cara de decepción - nadie se fijaría en mí. 

- Camila eres una chica hermosa - le dije sin pensar en lo que había dicho. 

- Gracias - escondió la cara - pero no me lo creo. 

Llegamos a su casa y antes de que se bajara le entregué una tarjeta con mi número. 

- Si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme - le ofrecí muy sinceramente. 

- Muchas gracias Detective.

- Dime Lauren - le pedí. 

Camila bajó del coche y me dirigí hacia la brigada para ver qué más tenían los chicos sobre el caso de Dinah Jane. Durante el camino no pude hacer otra cosa que pensar en la chica del cabello negro, había causado algo en mí que no podía explicar, tan sólo pensar en ella me hacía sentir algo extraño en el estómago.

Cuando llegué a la brigada los demás detectives ya tenían lista la línea del tiempo y los posibles sospechosos. En el cuadro se veían 3 fotografías, dos hombres y una mujer. El primer hombre, de unos 40, era Mario Weaver, ex novio de su madre, quien había sido abusivo con la víctima y sus hermanos, era sospechoso ya que la relación se había acabado hace 2 días. El segundo hombre, de aproximadamente unos 25, era Nela Otukolo, novio de la víctima. Por último la mujer en la foto, la más joven, era Ally Brooke, ex novia de Nela y quien ya tenía antecedentes por acoso hacia Dinah Jane. 

Hicimos las llamadas e interrogatorios correspondientes y descartamos a los dos hombres ya que tenían coartadas sólidas, Mario Weaver estaba en el trabajo y Nela Otukolo en un partido de fútbol, por otro lado Ally Brooke no tenía una coartada y se encontraba en el campus al momento del homicidio. Nos dijo que estaba en el baño pero no tenía a nadie que lo corroborara, por lo que la coartada no se consideraba verdadera. 

Para el final del día seguíamos con la chica de baja estatura como sospechosa principal, pero seguíamos buscando personas que pudieran tener un motivo para matar a la víctima. 

Antes de irme de la brigada recibí un mensaje que me hizo sonreír por el resto de la noche.

Gracias por haberme traído a mi casa Lauren, buenas noches.