Capítulo 2

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Este capítulo va dedicado a Ami22me que ha sido la primera en pedirme un cap y bueno te lo agradezco mucho por haberle dado la oportunidad a la novela! Saludos y que la disfruten!


Muchos de esos días están borrosos para mí, a pesar de que fueron importantes en mi infancia. Lo que más recuerdo es mamá conduciendo lejos de todo lo que fuimos, lejos de nuestro pasado. Quizás de ella saqué mi instinto por huir de los problemas en vez de enfrentarlos.

Y de esa forma quedamos de vivir en un pequeño pueblo de Idaho a Denver, Colorado.

Mamá no habla mucho de él o del pequeño incidente que separó, finalmente, a mi familia. Kay tampoco lo hace, supongo que desde ese día su hombría está herida por haberse desmayado tan rápido y por haberme dejado con el que un día fue la persona más importante en mi vida. De hecho éramos muy unidos, solíamos ir a una pequeña heladería que quedaba a unas cuantas calles de casa, comprábamos nuestros helados, el siempre chocolate, yo siempre fresa y nos sentábamos bajo un pino en el parque a pensar. De esos días con papá en el parque aprendí a disfrutar del silencio. Cuando con nuestras bocas no decíamos nada pero nuestras mentes estaban volando.

Pero ese hombre se había ido y nos encanta nuestra vida en el presente, Denver es un gran lugar y somos una gran familia rota que se repara a sí misma día a día.

El día estaba nublado y bueno, hacía mucho frío. Subí las escaleras trotando y ya en mi habitación me quité el uniforme como lo hacía rutinariamente y lo tiré en el cesto de basura. Saqué unos pantalones de chándal y una manga larga, me los puse y me acurruque bajo las sabanas. Tarde perfecta.

Me coloqué los audífonos y con la gloriosa voz de Ed Sheeran, me quedé dormida.

Desperté con el molesto sonido que tenía programado para cuando May me llama. Su alterada voz se escuchó apenas descolgué el celular.

—Que pasa May? —dije somnolienta.

—Oh por Dios Laia, lo olvidaste de nuevo, no puedo creerlo, me voy —Dijo May alterada. Miré el pequeño reloj que adornaba la mesita de noche.

6:55.

Joe's.

Había olvidado por completo que había quedado en ver a May a las 6:30. El sueño se esfumó inmediatamente y salí de las sábanas, corriendo hacia mi armario para ponerme ropa decente.

—Lo siento tanto May —dije con el teléfono todavía en mi oído mientras con las manos sacaba un suéter tejido y unos vaqueros —Voy en camino ¡no te vayas a ningún lado Maybelline Crowley! Llego en 5 minutos.

Colgué, me vestí lo más rápido que pude. Tomé mi cartera, metí mi celular y monedero y salí disparada. Me subí a un taxi y llegué en 5 minutos justo como había precedido. Vi a May por la ventana y se puede decir que estaba muy molesta.

—Hola, Vaquera —dije tratando de relajar su cara de mil demonios. Estúpido, sí.

—Laia ¡es la segunda vez que te quedas dormida! ¡La gente me mira raro cuando me ve aquí sola!

—Lo siento tanto May, el día estaba muy frío y sabes cómo me gusta el frío ¡no controlo el ambiente! —me excusé.

—Bien. te perdono, por segunda vez. Y solo porque necesito café.

—No olvidas nada, eh? —dije pícara, haciéndola reír.

—Jamás —dijo risueña, al menos se le había pasado su mal humor.

—Y ¿qué harás en el verano? —Me preguntó.

—No lo sé. ¿Dormir?

—No sé por qué no me extraña que contestes eso. Oh, ya sé. Quizás porque te has quedado dormida dos veces mientras te espero aquí —me dijo regresando al tema anterior. ¡Nunca lo olvidará!

One Love. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora