Si tuviera un Infinito contigo

La peor noche

-¡Son las 7:30! Estamos muy tarde- dijo Gimena.
-Es cierto, nos demoramos mucho, ¿ahora? ¿Y si ya se fueron?
-Ay no lo sé, pero si lo hubieran hecho está bien porque nos hemos demorado mucho.
-Bueno yo no me he arreglado por las puras la verdad, conozco un lugar cerca de aquí y si ellos se fueron entonces iremos a tonear un rato, ¡no nos quedaremos vestidas y alborotadas!
Gimena no dijo ni sí, ni no. Tenía la esperanza que aunque sea él la haya esperado.

Llegaron al punto de encuentro y a pesar que los buscaron por todos lados no había rastros de Franchesco o de sus amigos, esperaron media hora pero no los encontraron. Bajaron a tomar una bebida al centro comercial que se encontraba por ahí, hicieron hora.
En el momento que ellas estaban tomando algo Franchesco había vuelto al lugar donde había planeado encontrase con Gimena y Camila, pero ellas no estaban ahí y él no lo sabía, él tenía el celular apagado y Gimena había olvidado guardar su número, Franchesco había dejado a sus tres amigos y tres amigas en una fiesta que habían encontrado por ahí cerca y él había vuelto solo al lugar para ver si Gimena ya había llegado pero no la vió, esperó un rato pero al creer que ella ya no llegaría regresó a la fiesta desanimado.

Luego de un rato Gimena y Camila volvieron al punto de encuentro pero Franchesco ya se había ido, ellas no sabían que él había estado ahí y si hubieran subido tan sólo cinco minutos antes se hubieran podido encontrar.

-Tu amiguito no vendrá, ven.
Tomándola de la mano la llevó a un lugar, Gimena no conocía mucho pero no pudo impedir que Camila la llevara ya que estaba pensando en por qué Franchesco no la había esperado o por qué no la llamaba, en ese momento se sentía desilusionada.

-¿Dónde estamos?- dijo Gimena.
-No he venido muchas veces acá pero hay gente paja y el ambiente es buenazo.
Ni bien entraron Gimena se dió cuenta que ese no era la clase de lugar donde le gustaba estar, mucha bulla, gente fumando y tomando, ella definitivamente no sabía que hacía ahí y le dijo a Camila que quería irse, pero cuando volteó ésta ya estaba bailando con un gringo.
Siguió caminando sin saber qué hacer o a dónde ir, se sentó en una mesa y vió como Camila bailaba tan provocativamente, mientras ella observaba todo pudo notar a lo lejos unos asientos donde habían muchas parejas besándose y bailando pero entre la locura de la noche y las luces que impedían su buena visión pudo ver a un chico que le era muy familiar.
-¡No puede ser! - Sintió como un puñal que le atravesaba el corazón y sus pequeñas ilusiones nacientes se destruían. Era él, no había duda de eso y estaba muy cariñoso con otra chica.
Típico de toda chica ilusionarse con una mirada, con un gesto, con una simple palabra, pobre Gimena.

Se paró con una pequeña lágrima cayendo.
Él logró verla y se dió cuenta de todo sólo con ver su rostro.

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Que trágico para Gimena, es el  momento en el que empiezas a entregar algo de espacio en tu mente para esas ilusiones y le das cabida a esa persona en un diminuto espacio de tu corazón, pero de pronto algo pasa que derrumba lo que iniciabas a escribir en tu corazón. ¿Les ha pasado?
Dejen sus comentarios si desean, los quiero muchoooooo, no dejen de leer esta historia, cada vez los atrapará más.