Si tuviera un Infinito contigo

Poco a poco

1 semana despues

2 semanas despues

Gimena y Franchesco no se hablaban, no porque él no quisiera hablar con ella, de hecho era lo que más deseaba hacer pero no se atrevía a hacerlo porque no sabía como iba a ser su reacción, recién la estaba conociendo; a veces se atrevía a hablarle pero en el instante que estaba a punto de hacerlo se desanimaba.

Gimena por otro lado se sentía culpable por haberlo tratado tan mal, al principio le dió cólera que no le hubiera dicho la verdad pero luego estaba apenada porque sentía haberse excedido en su proceder, quería hablarle pero no sabía si era lo correcto. Moría por hablarle al igual que él.

Esa tarde en el comedor Gimena estaba sola en su mesa, su amiga la pelirroja estaba ocupada en otros asuntos y ella comía sola, Franchesco estaba caminando y cuando pasó por el comedor entendió que era el momento adecuado para hablar, Gimena voltió y lo vió mirándola y vacilando en ir o no ir a dónde ella se encontraba, ella se paró del asiento y fue caminando en dirección hacia él, y él en dirección hacia ella, ambos estaban con el corazón en la boca, no sabían lo que pasaría, ni en que quedarían, cuando por fin estuvieron frente a frente Franchesco le dijo:
-Hola... ¿podemos hablar?
-Por supuesto
- Pero creo que este no es un buen lugar, ¿qué te parece si nos encontramos hoy en la cafetería que está en la calle Homs?
-Mmm... es un buen lugar pero yo preferiría algo más tranquilo, déjame llevarte a otro lugar que conozco.
-Ya, paso por tí a las 5, ¿te parece?
-¿No puede ser ahora? Claro si tienes algo mejor que hacer entonces a las 5pm.
-No, no, claro que no, vamos ahora.
En camino al lugar Gimena le iba indicando a Franchesco, llegaron, era un lago muy tranquilo, había pasto ahí, flores y un aroma a menta, pero sobre todo era el lugar perfecto para que dos amigos que recién se conocían arreglen sus diferencias.

-Quería pedirte perdón, no debí seguirte esa noche, perdón, estoy muy arrepentido de haberlo hecho, no debí...
-Tranquilo, de hecho yo tambien quería pedirte perdón, te traté muy mal ese día y no tiene justificación, realmente lo lamento.

Así se la pasaron hablando un buen rato hasta que Franchesco la llevó a su casa, ya estaban bien, ambos habían quedado bien, aunque aún había una duda en la cabeza de Gimena: ¿por qué Franchesco la había seguido?, esa era su mayor duda y estuvo a punto de preguntarle pero se abstuvo, creo que ya sabía la respuesta pero no quería que él se la dijera.

Llegaron a casa de Gimena, ambos bajaron del coche cuando de pronto aparece una camioneta, ¡no puede ser! Era el padre de Gimena con toda la familia, hasta Tuti estaba ahí, Gimena se ruborizó y no sabía que hacer, no quería que pensaran que era su enamorado o algo por el estilo, ella nunca había llevado hombres a su casa, ¡qué pensaría ahora su papá!

-¿Quiénes son?-preguntó Franchesco.
-Mi ... familia- dijo Gimena sonrojándose y con la cabeza gacha.
-Hija, hola- dijo su padre.
-Papá, hola, te presento a un amigo de la Universidad, se llama Franchesco.
-Señor, muy buenas tardes, es un gusto conocerlo.
-El gusto es mío jovencito. Pero hija ¡qué alegría! que hayas traído a un amigo, pase por favor joven.

Franchesco no sabía que hacer, si pasar para agradar al padre de Gimena o irse para no causar que Gimena pase un mal rato, como no respondía la madrastra se metió y le dijo al padre de Gimena: -ay no seas grosero, debe tener cosas que hacer, talves otro día puedas venir Franchesco.

Franchesco se despidió, no sabía si estar alegre o triste, aunque en realidad él hubiera querido entrar.

Gimena se alivió muchísimo a pesar de la impertinencia de la madrastra, ella no quería que Franchesco entrara y compartiera un tiempo con su familia. ¡Noo!

Todo el camino a casa Franchesco se la pasó pensando en la sonrisa de Gimena, de lo mal que la pudo haber pasado con el remordimiento por cómo lo hubo tratado y en qué hubiera pasado si hubiera entrado a la casa de Gimena, conocerla más de cerca, con todo eso sólo pudo sonreír y dejarse llevar por la ilusión que empezaba a sentir.

Cuando cierro los ojos... sólo pienso en tí y por más que quiera sacarte de mi mente aún no sé como hacerlo y creo que nunca lo sabré.

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Hola a todos, les agradezco a todos los que están llegando hasta acá. Esperense que pronto viene lo bueno y lo trágico viene al final :( pero de eso no hablaré... ya pronto lo sabrán. ♥