Capítulo 12: Te encanta hacer el ridículo.

Start from the beginning
                                    

"Que lo ignore, que lo ignore, que lo ignore..."

Vuelvo a poner mi vista en dirección a mis manos, porque sé que si sigo observando la mirada tan intensa del hombre a mi lado terminaré por derrumbarme y no quiero —ni debo— dejar que eso pase.

Siento como el calor de su mano posicionándose sobre las mías en mi regazo, y la miro con sorpresa. Está sujeta las mías es gesto conciliador lo que provoca que mi corazón de un vuelco debido al gesto de amabilidad de Harry que me toma por sorpresa. Su mano comienza a desprenderse de las mías para levantarse, con mi mirada siguiendo cada uno de sus movimientos, hasta que finalmente sus dedos se posicionan en mi barbilla para luego hacerla voltear en dirección a su rostro.

No sé en qué momento, no sé en qué instante, ni siquiera sé en qué maldito segundo se desprendió del cinturón de seguridad que lo aprensaba contra el asiento del conductor para quedar tan cerca de mi rostro, que me hace olvidar siquiera el porqué de sus razones y mis problemas. Lo tengo tan cerca que siento su respiración chocar contra mi mejilla. Nuestras miradas están fijas una con la otra y no puedo evitar sentirme intimidada por el tono oscuro que han tomado sus ojos verdes. Mi boca está entreabierta tomando pequeñas porciones de aire cada segundo debido al nerviosismo que ha tomado control de mí. Mis manos tiemblan y su pulgar comienza a dar pequeñas caricias sobre mi mentón lo que provoca vibraciones por todo mi cuerpo, aunque sea causado por aquel insignificante contacto con mi piel. Su vista se desvía hasta mis labios sin despegar su vista, por lo que hago exactamente lo mismo con la mía. Sus labios son sonrosados, gruesos y brillantes. Mi corazón ha comenzado a aumentar su palpitar y tengo miedo de que pueda escucharlo estrellarse contra mis costillas.

—No te atormentes a ti misma, Evan —masculla volviendo a poner sus ojos fijos en mi mirada, y rápidamente hago lo mismo con la mía, esperando que no me haya sorprendido mirando sus perfectos labios—. No dejes que se apodere de ti.

No puedo evitar pensar en que él sabe de los recuerdos que me aprensionan, y que a eso se refiere con que no debo dejar que esos recuerdos me atormenten. Quiero creer que él será la persona que me hará olvidarlos, ahuyentarlos lejos de mi mente y una parte de mi recuerda que en este momento lo está logrando perfectamente.

—T-Tu también, Harry —añado con un ligero tambaleo en mi voz.

— ¿Tú también, qué? —cuestiona, frunciendo el ceño confundido.

—Tú también me haces olvidar.

Y sin más palabras, me besa.

Sus manos se ahuecan a cada lado de mi rostro, presionando con firmeza mis mejillas, acercando mi rostro en su dirección. Su beso es urgente y desesperado. El roce de sus labios contra los míos es tan conciliador y violento a la vez, que me asusta de una manera maravillosa. Realmente no sé qué diablos estoy sintiendo, pero no quiero que se detenga.

Con torpeza me quito el cinturón de seguridad y lo alejo de mí, a la vez que una de sus manos viaja hasta la curva de mi columna para rodearla con su brazo para después con una fuerza, velocidad y destreza casi increíbles, levanta mi cuerpo hasta acomodarlo sobre su regazo sin romper en ningún instante la intensidad del primer beso. Un quejido sorpresivo se escapa de mis labios dándole la oportunidad a Harry de introducir su lengua en mi boca, juntándola con la mía, haciendo así más profundo el beso.

Entonces la realidad del asunto me golpea y me separo con una rapidez alarmante de Harry, chocando mi espalda contra el manubrio del vehículo haciendo que se me escape un gemido de dolor y un bocinazo por parte del auto. Me aferro a la firmeza de su pecho, que sube y baja tratando de recuperar el aire perdido ante la intensidad del reciente suceso, al igual que yo trato de hacer lo posible por llenar de aire mis pulmones.

Harry fija su mirada en la mía antes de quitarla y dirigirla a un punto arbitrario en el espacio. Pasa una de sus manos por su pelo, peinándoselo hacia atrás en un intento de despejar los mechones que caen sobre su rostro. La respiración de él y la mía parecen estabilizarse y retiro mis manos de su pecho para ponerlas sobre mis piernas que están a cada lado del asiento. Ni siquiera sé cómo llegamos a esta posición, y honestamente estoy comenzando a aterrarme al hecho de que no sé cómo tengo que reaccionar y actuar a partir de ahora.

Es la primera vez que nos besamos y sólo lo llevo conociéndolo desde hace aproximadamente unas tres semanas, o quizás hasta menos de eso. Si hace unas tres semanas me hubieran dicho que me besaría con el chico al que le encanta leer en el bus de trayecto a la universidad, y que por cierto, me encanta contemplar, me hubiera reído en su cara. Pero aquí estoy; ahorcadas sobre su regazo, en su auto, luego de recuperar el aire que ambos hemos perdido ante el acto de nuestras bocas juntas por primera vez.

—L-Lo siento—me disculpo, pero más suena como una pregunta. Han pasado como dos minutos sin que uno de los dos diga alguna palabra y una parte de mi me dice que está pensando en lo terrible besadora que soy, y que realmente está arrepentido de eso, pero trato de callarla a como dé lugar.

Harry pone su mirada sobre la mía y hace un gesto de confusión al preguntar: — ¿Por qué te disculpas?

—N-No lo sé —friego mis manos contra el material de mis jeans—. Por besarte.

—Yo te besé, Evan —repone Harry, mirándome con la mirada oscurecida otra vez, lo que me hace perder la compostura, aunque dudo que la haya tenido alguna vez frente a él.

—Bueno... si te arre-arrepientes yo...—comienzo a tartamudear por la repentina vergüenza y humillación irracional que me invade.

—Joder —me interrumpe abruptamente—, ¿Por qué me arrepentiría de besarte? —su tono es de regaño.

—No...No lo sé. Yo sólo lo pensé— me sincero.

—No me arrepiento —dice, al instante. Su brazo izquierdo se levanta hasta que su mano se ahueca en mi mejilla y su dedo pulgar roza mi labio inferior—. No me arrepiento de nada —su mirada es intensa y puedo advertir un atisbo de deseo en ella, lo que hace el calor de apodere de mis mejillas. —Tu boca tiene un sabor dulce y tus labios son suaves —añade—. No hay manera de que me arrepienta de haberlos probado — su mano se coloca sobre mi nuca y sus dedos se enredan en mi cabello—. Ven aquí —me ordena a la vez que ejerce fuerza sobre su mano y me arrastra hacía su lugar, cierro mis ojos y vuelve a juntar sus labios con los míos.

Es un beso lento, es un simple roce de labios que hace que cada fibra de mi cuerpo se derrita. Nos separamos, pero no deja que me aleje. Mi frente está sobre la suya y nuestras narices se rozan debido a la cercanía.

—Ahora iremos a patinar, si te parece —esboza una sonrisa que hace que me den ganas de besarlo nuevamente, pero creo que ya he tenido suficiente.

Me limito a asentir mientras me incorporo y así poder bajarme del regazo de Harry, pero en el momento en que enderezo mi columna mi cabeza cocha contra el techo del auto haciendo que suelte un quejido de dolor y enseguida ponga mis manos sobre mi cabeza debido al dolor causado por el golpe.

—Ayyy— me quejo a medida que masajeo mi cabeza para restarle dolor a mi golpe, ya que mi capacidad de arruinar los momentos acaba de activarse.

Harry se ríe por mi torpeza y no puedo evitar sentirme avergonzada por ser así de...torpe. Decido que es mejor también reírme de mi talento de hacerme pasar las mayores vergüenzas posibles frente a Harry.

—Ya me parecía extraño que todo estuviera yendo tan normal contigo—se burla.

—Supongo que ya lo notaste —le digo mientras vuelvo a sentarme en mi lugar en el asiento del copiloto.

Harry saca las llaves del coche a medida que abre su puerta para salir de él. Trato de abrir también la puerta para poder salir, pero antes de que pueda hacerlo Harry se me adelanta y abre la puerta para que yo pueda salir.

—La verdad es que sí, si me he dado cuenta—responde sonriendo, cerrando también la puerta detrás de mí y activandobloqueando las puertas con el botón automático de las llaves de su coche—. Te encanta hacer el ridículo conmigo.


Dedicado a hestking

𝐁𝐎𝐎𝐊𝐒: Como si me leyeras ☕︎︎ 𝐡.𝐬Where stories live. Discover now