Capítulo 08: Lo siento.

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*DALIA SANTI MULTIMEDIA*

El día miércoles lo pase completamente sola, toda la mañana y parte de la tarde, hasta que Ethan llegó del trabajo. Vi algunas películas en Netflix y después me puse a dormir. No fue un día libre muy productivo que digamos, ni mucho menos entretenido, pero hoy estoy dispuesta a enfrentar la universidad nuevamente. He de admitir que me pase parte del día pensando en Harry y en su extraña actitud y cambios de ánimo de vez en cuando. Es un tipo muy simpático pero llegue a la conclusión de que suele ofenderse y enojarse con facilidad, extraño de alguien que se la pasa la mayoría del tiempo leyendo, aunque quizá eso no es una excusa, pero aun así.

Sigo caminando por la oscura calle en la mañana. Son las seis con cincuenta y siete de la mañana y creo que llegaré realmente temprano a la universidad. Nada de atrasos por hoy. Llego finalmente a la parada del autobús y me dispongo a esperar pacientemente ahí. Hace un poco de frio y me arrepiento de no haberme puesto pantalones hoy en vez de una falda de plato negra, pero por lo menos tengo panties, aunque sean unas negras súper delgadas que no abrigan nada, pero las tengo.

Por la pista de automóviles veo que se acerca un bus y me detengo a hacerlo parar. Lo miro detenidamente y veo que no viene tan lleno como siempre y le doy gracias al cielo por eso. Una de las ventajas de levantarse temprano es que casi nadie lo hace. El bus se detiene justo en frente de mí y abre sus puertas para así poder entrar. Le pago el ticket del pasaje al conductor, este lo recibe y me pasa el boleto a cambio. Comienza a avanzar a la vez que yo voy adentrándome hacia los asientos de la parte trasera, y es ahí cuando alguien familiar capta completamente mí atención. Puedo distinguir la ancha espalda de Harry quien está sentado. Curvo una sonrisa casi por inercia. No puedo creer que él esté en este bus a estas horas, es realmente temprano.

Me encamino en su dirección con la leve duda de si debería saludarlo o no, pero ya nos conocemos, así que supongo que estará bien hacerlo. Debo hacerlo y quiero hacerlo. Sigo caminando hasta que llego a su lado. Harry va estado al lado de una señora ya mayor de edad y leyendo un libro como siempre. Mi corazón da un vuelvo de la emoción. Me encanta verlo leer, realmente me encanta. Me encanta la forma en que sus manos sostienen los libros, me encanta la manera en la que sus ojos se pasean por las páginas y su contenido, me encanta la forma en la que él cambia la página para poder comenzar a leer la siguiente.

Me acomodo la mochila que cuelga de mi hombro izquierdo y me sostengo del pasamanos del mismo lado, dejando mi mano derecha libre. Muerdo mi labio por el nerviosismo de tenerlo tan cerca y del hecho que implica tener que hablarle. De pronto Harry parece distraído y alza su vista hacia el frente, doy un pequeño respingo en mi lugar, pero trato de disimularlo de la mejor manera posible. Gira su cabeza en dirección a la que me encuentro y nuestras miradas se encuentran. Suelto mi labio inferior de entre mis dientes y ladeo una sonrisa mostrando estos, mientras que levanto mi mano derecha para saludarlo con amabilidad. Me mira sin ninguna expresión en el rostro; ni emoción, ni sorpresa, ni siquiera molestia; simplemente me mira cómo se miraría a cualquier desconocido. Espero alguna respuesta de su parte pero esta nunca llega y vuelve a poner toda su atención de vuelta a su libro, ignorándome por completo.

No puede ser.

No sé cómo debo sentirme al respeto. Harry acaba de ignorarme, acaba de hacer como si yo no existiera, acaba de rechazar mi saludo. Me siento avergonzada y humillada al mismo tiempo que también me siento herida. Miro el suelo como si este tuviera la respuesta de su comportamiento grosero, pero no la hallo. Entonces de la vergüenza y la humillación paso al enojo y la molestia. Me suelto del pasamanos y me voy al fondo del bus, en donde no tenga que verlo. Me siento en uno de los asientos que miran hacia la parte trasera y agradezco que estos no den al frente en donde tengo que toparme con su vista. Estoy tan enojada y confundida que hubiera deseado que la idea de saludarlo nunca hubiera cruzado por mi mente. Él claramente no quería hacerlo y por esa razón me ignoró de la forma en que lo hizo; tan fría y desconsiderada.

𝐁𝐎𝐎𝐊𝐒: Como si me leyeras ☕︎︎ 𝐡.𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora