Parte 13. Buenos días princesa.

75 5 3
                                    

Narra Jade
Abrí los ojos, no estaba segura de dónde me encontraba. Tenía un horrible dolor de cabeza. Me incorporé, de manera que acabé sentada sobre la cama. Definitivamente no tenía ni la más remota idea de dónde estaba. Las paredes eran de color verde menta, aunque bastante claro, de hecho no era para nada desagradable a la vista. El techo era alto y de color blanco. Había varias estanterías con trofeos de... ¿Fútbol?, además de libros, fotografías, y algunas hojas esparcidas junto a un ordenador, todo esto apoyado sobre por una gran mesa de escritorio.
Era una habitación realmente grande. Esparcida por todo el suelo había algo de ropa, algunas de esas prendas mías. ¿Qué es lo que había pasado aquella noche?
Me levanté de la cama, recogí mi ropa y me vestí. Vi mi móvil sobre la mesa, me acerqué. Intenté encender la pantalla, pero no funcionó, no tenía batería.
La puerta de la habitación no estaba cerrada del todo, así que asomé un poco la cabeza. Al final del pasillo se podía distinguir el principio de unas escaleras. En efecto, unas escaleras, bajé al piso inferior, estaba todo completamente silencioso. No entendía cómo había llegado hasta aquí, tampoco sabia de quien era la casa. ¡Maldita sea!, no recordaba absolutamente nada.
Algo tocó mi hombro, di un respingo.
-Tranquila mujer, que soy yo.- Una voz masculina se dejó escuchar detrás de mí. Pero no la reconocía. Me giré. Era un chico bastante alto, piel morena, pelo color caramelo y ojos miel. Era bastante guapo de hecho.
-Perdona, pero no sé quién eres tú, y tampoco se que pasó anoche ni cómo he llegado hasta aquí. Y también me gustaría saber dónde están mis amigas Leo y Mara.

-¿No recuerdas nada? Vaya... Ayer nos conocimos en la discoteca, cuando te encontré estabas sola, así que siento decepcionarte pero no conozco a tus amigas Leo y Mara. Pensaba que había ligado, así que vinimos a mi casa, pero estabas tan borracha que te quedaste dormida en medio de la "faena"- Rió y dejo ver una bonita sonrisa de dientes blancos.- Por cierto, mi nombre es Jaime.

Vaya... No se que haría con este chico, yo ahora estaba saliendo con Aarón, ¿no? Aunque en realidad solo nos besamos... Por otra parte, ¿Que habrá sido de Mara?¿Y de Leo?

-¿Estás bien?.- Me había quedado callada durante demasiado tiempo.
-Sí claro, solo un poco desconcertada, todo esto me ha llegado muy de repente. Por cierto, ¿me podrías dejar tu cargador? Mi móvil se ha quedado sin batería.
-Claro, espera aquí un segundito.-  Entró a una habitación y salió un momento después con un cable blanco en la mano.-Toma, puedes ir a mi habitación y utilizarlo allí, yo te subo ahora el desayuno.- Dicho esto entro en lo que parecía la cocina y yo subí las escaleras de nuevo hacia su habitación.
Puse el cargador en el primer enchufe que vi y me senté en el suelo. Encendí el móvil, puse la contraseña y cuando mi móvil estaba completamente activo me llegaron un montón de notificaciones.
Tenía 10 llamadas perdidas de mi madre, lo que era algo extraño, normalmente cuando no cojo mi madre espera a que yo la llame cuando pueda hablar, quizás habría pasado algo.
Además de eso tenía 2 llamadas de un número que no tenía agregado, 5 mensajes de Aarón y 70 de Mara, que al parecer se había pasado media noche intentando localizarnos a Leo y a mí.
Lo primero que hice fue llamar a Leo, pero me saltó el contestador. Colgué y llame a Mara, el contestador de nuevo. No me extrañaba demasiado que ninguna de las dos me cogiera, si yo había aparecido en la casa de un extraño, a saber dónde estaban ellas. Conociendo a Leo, llevaría unas 20 copas.
Alguien llamó a la puerta y acto seguido esta se abrió.
-Buenos días princesa, le traigo su desayuno, espero que sea de su agrado.- Jaime dejo una bandeja que tenía un plato con tostadas, dos zumos y dos vasos de leche con colacao. Hizo una reverencia y en ese momento ninguno de los dos pudo contener más la risa, y ambos soltamos una gran carcajada.
-¿Te conozco prácticamente de una mañana y ya me tratas como a una princesa?.- Cogí una tostada y le di un mordisco, la verdad tenía hambre.
-Por supuesto su majestad. Yo soy su caballero andante o su príncipe azul, como vos prefiráis.- Volví a reír.
-Eres idiota.
Al escuchar esto hizo un gesto de indignación totalmente exagerado y fingido.
-¿¡Comooo?! Me ofendéis mi señora.- Le dio un mordisco a la tostada que estaba comiendo.-Además, una señorita como vos no debería utilizar ese lenguaje.
-Y un caballero andante no debería hablar con la boca llena, es asqueroso.
-Tu sí que eres asquerosa.
-¿Me estás faltando al respeto? Menudo príncipe azul me he buscado...
-Yo no podría haber escogido una princesa mejor.- Me dedico una mirada tierna, y yo sentí mi piel sonrojarse. Sonreí. Y seguimos desayunando, hablando y riendo a carcajadas en muchas ocasiones.

Cuantisimas cosas cambiaran para Jade desde este punto. Muchísimas le harán llorar. Pero habrá otras tantas por las que siempre merecerá la pena ser feliz.
******************************
Hola, soy Cris❤️
Capítulo 13 (Mi numero fav)
Espero que os guste amores
Este capítulo se lo dedico Alba, que no ha parado de darme la chapa para que escriba. (Alba es Mara en esta historia:3)
Os quiero<3

Quien baila, otorga.Where stories live. Discover now