14. No cielo, yo soy Atenea.

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-Gracias, me lo dicen seguido- Respondo sonriendo falsamente mandándome la primera cucharada de postre, pero algo no anda bien.

Miro a mí alrededor y noto que las personas que ya terminaron su postre están espabilando pesadamente y su cuerpo no les responde como debería de hacerlo.

-Oye-Dice Max mirándome drogado.

-Ketamina liquida- Susurro para mí misma tocando con el tenedor la salsa morada sobre la tarta.

De repente las personas a mi alrededor comienzan a caer sobre sus asientos, igual que Max.

-Lo que me faltaba, un niño sin toleración a las drogas- Digo a la vez que actúo como los demás presentes.

Noto como comienzan a separar hombres de mujeres y son llevados a esquinas distintas del lugar. En un descuido abro los ojos y veo que el sujeto de hace minutos es uno de los responsable, que sorpresa.

Miro como arrastran el cuerpo inconsciente de Max e involuntariamente ruedo los ojos frente a la situación.

-Estúpido e ingenuo arrogante de mierda- Digo caminando hacia la pila de hombres y el cuanto llego coloco una mano sobre su boca y con un pie golpeo su parte baja, haciendo que se despierte sobresaltado.

Me retiro de él y le hago una seña de que se quede callado y me siga.

-¿Tienes armas?- Le pregunto y el me responde sacando un revólver y yo le doy una mirada de incredulidad.

-Prefiero el combate cuerpo a cuerpo- Me dice encogiéndose de hombros a la vez que un disparo suena en la pared de al lado, y para cuando me giro me doy cuenta de que hay unos cuarenta hombres rodeándonos.

-¿Y así te haces llamar asesina?- Me dice Max.

-Sabía que estaban aquí, solo deje que se ilusionaran- Digo mirándolo cínicamente.

-¿Oh enserio? ¿Dejaste que se acercaran más de veinte tipos armados?- Me susurra tomando su pistola.

-Más diversión para mí- Digo encogiéndome de hombros a la vez que me giro velozmente y dirijo mi mano hacia una daga de mi muslo derecho.

Para el momento en que termino de girar ya hay un hombre en el suelo con una daga en su pecho.

Escucho puertas de camionetas y autos ser cerradas y luego las llantas de los mismo quemando sobre el asfalto, o mejor dicho, escucho el sonido de la campana.

-¿Algún plan?- Me pregunta Max al lado.

-Juego sola niño- Digo tomando dos revólveres de mis piernas para asestar dos tiros más a dos sujetos, dando lugar a la lluvia de disparos.

Salgo a correr increíblemente bien con los tacones hacia un sujeto que me apunta con un fusil. Este comienza disparar y yo a esquivar las balas que salen hacia mí. A mitad de camino me canso de este estúpido juego y le doy un tiro en la rodilla izquierda haciendo que se tambalee y caiga al suelo. Continúo mi camino caminando y disparando a los sujetos que se me acercan. Disparos claros y seguros que los llevan a su muerte instantánea.

Al momento de llegar al lado del sujeto noto que su rodilla se desangra y que su cuerpo comienza a perder sangre a un ritmo descontroladamente divertido.

-¿Te duele?- Pregunto inocentemente.

-Zorra- Dice escupiendo en mis zapatos.

-No debiste hacer eso ¿Sabes?, si quien me los dio se entera de lo que acabas de hacer seguro te estaría estrangulando con sus manos ahora- Digo pateando su rodilla haciendo que grite del dolor.

The Elite Group. |TEG #1| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora