CAPÍTULO 4

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Alguna vez Habéis confiado en alguien que realmente os importaba? Y que al final todo se convirtió en mentiras y traiciones? Pues no paro de pensar en la crueldad humana... La persona en la que mas creía, fue la primera que me apuñaló por la espalda. Que digo... Me clavaba agujas hasta que estas me paralizaron por completo. Ni siquiera los monstruos acarician a sus presas. Las atacan sin más.

El chico que creí haber amado alguna vez me dio la espalda para fijarse en lo que tenia más cerca. Conocéis a la death note? Pues jayden y caitlyn son los dos primeros de la lista.

Dejé de darle tantas vueltas al asunto y pensé que ya me vengaría más tarde de esos dos. Ahora debería enfocar todas mis fuerzas de voluntad para ser más fuerte y evitar decepciones.

Era un domingo por la mañana cuando salí de mi habitación y me dirigí a la de mamá.
Abrí la puerta sin pedir permiso y la encontré acostada bocabajo con una botella de vodka a un lado de la mesita.
Cerré la puerta con fuerza detrás de mi haciendo que se levante al mismo instante.
-Podrías ser menos escandalosa? La cabeza me esta dando vueltas.- dijo tomándose el pelo sucio y alborotado.

- Eres todo un ejemplo a seguir, eres una madre increíble... Es que te crees que hemos dejado de existir?- le arrebaté el vaso de vodka que se iba a llevar a la boca- Acaso te crees que esto solucionará tus malditos problemas? - Dicho esto lo estallé contra la pared- Por mucho que bebas seguirán estando allí. Y el tampoco volverá. Es que no lo entiendes? Que mientras tu estas de rincón en rincón lamentando tu suerte con lágrimas estúpidas el se estará tirando a alguna por allí Joder! Hazte valorar un poco como mujer y lucha por lo que realmente vale la pena, que somos tus hijos. Aunque en estos momentos ya no se ni que pensar sobre tu actitud.
Pareces todo menos una adulta responsable con hijos a su cargo.

Dicho esto salí de su habitación sin esperar ninguna respuesta.

Estaba tan furiosa con la vida que necesitaba desahogarme con algo porque ya no podía contener mi rabia por más tiempo.
Salí de mi casa hecha una furia y golpee el cubo de basura tan fuerte como pude dejando esparcido todo ese desastre por el suelo. Le reste importancia y empecé a caminar para calmarme.

Caminé unos minutos hasta que sin darme cuenta me encontré delante del centro de boxeo. Me quedé un rato mirando el letrero cuando al final decidí entrar a hechar un vistazo.

Con sólo abrir la puerta principal, un ligero olor a sudor invadió mis fosas nasales. El lugar estaba poco iluminado, con un ring en el centro del gimnasio. Un par de sacos repartidos por los rincones, peras colgando y sobre todo, mucho movimiento. Solo había hombres en la sala, y uno de ellos con un aspecto bastante cansado se dirigía a mi.

- puedo ayudarte? Te has perdido a caso? - Lucía bastante bien aún teniendo la camiseta toda mojada y manchada.

- Solo estaba hechando un vistazo. - Dije inspeccionando el lugar.

- Sin ánimo de ofender pero este no es un lugar para alguien como tu. - Esas palabras captaron toda mi atención y volví a mirarle a la cara.

- Claro, como soy mujer, y por naturaleza soy débil pues me tratan como un ser inferior no? Pues a menos que tengas una norma contra la entrada de mujeres al local, a partir de hora me veras a menudo por aquí, y por tu bien espero que no me niegues la entrada si no quieres recibir un denuncia en tu buzón por discriminación y machismo.

- Te crees valiente no? Pues no tardarás en cambiar de opinión cuando tu corazón te caiga a los pies. No tienes ni idea del terreno que estas pisando. Así que como buena persona que soy te daré dos opciones. Salir por esa puerta y no volver a entrar nunca más, o salir por esa puerta y volver a entrar con menos fuego y más agua. Que el fuego por mucho quemar el agua siempre acaba venciendo. - Se veía muy seguro de si mismo señalando la puerta del gimnasio dando por hecho que saldría y no volvería.

- Prefiero no darte el gusto de ver como mi dignidad se va a la mierda. Así que en efecto. Volverás a verme entrar por esa puerta.

- Bien, mañana a las 6 te quiero en la puerta del gimnasio. A las seis de la mañana, por si a caso oí habías mal interpretado. Rellena el formulario que hay en la entrada y dejalo en el buzón. - Dicho esto se dio la vuelta y se fue.

Me quedé un rato observando el espacio antes de girarme sobre mis pies y volver a casa. Antes de irme rellené el formulario y lo metí en el buzón como me indicó.

Mañana sería un día bastante largo...

Cuando entre en casa, esta estaba bastante ordenada. Olía a algún tipo de fregasuelos con un frescor de pino.
Emma estaba sentada haciendo los deberes sobre la mesa del salón.
Cuando me vio entrar, vi como se le iluminaban los ojos.

- Emily!!! Parece ser que mamá esta de buen humor después de la que has liado allí arriba. - yo estoy tan sorprendida como ella. - Esta haciendo mis galletas favoritas.

- Sigue con tus deberes, voy a ver a mamá- Me dirigí a la cocina de la cual salía un delicioso aroma de galletas caseras recién hechas.

Al verla allí con la bandeja de galletas en las manos, bien peinada y bastante presentable, pensé por un momento que no era ella.

Mete otra bandeja de galletas en el horno y lo cierra.

- A que se debe este cambio tan repentino? - Solté sin rodeos

- He estado pensado en todo lo que me has dicho y me he dado cuenta que tienes toda la razón. Me estoy perdiendo muchas cosas más importantes por estar enfocada en algo que en realidad no vale la pena ni esfuerzo. He decidido que a partir de hoy voy a enderezar mi vida. Empezando por cuidar de mis niñas. Mañana vuelvo a trabajar.

Las cosas están cogiendo un rumbo mejor. Ya era hora de tomar el control de nuestras propias vidas. Tanto la de mi madre como la mía.

Y juro destruir a todo aquel que una vez me hizo sentir mal o me hizo sentir vergüenza. Irán cayendo cómo moscas. Uno por uno. No ne importa el tiempo que necesite, pienso cobrarme cada broma, cada insulto, cada injusticia y cada burla.

Pero lo primero es lo primero: ordenar mi vida y tener las cosas claras antes de tomar cualquier decisión. El verdadero arte esta en la preparación del espectáculo, no en la interpretación.
Y recuerda, nunca te quedes sin un plan B. Si hace falta, tienes todo el abecedario.

ROMPIENDO LAS REGLASWhere stories live. Discover now