Con cada latido

Capítulo 28: Viva

Lía.

-Dices que tuve un accidente.- Murmure hacía Luke después de un rato, mientras continuaba observando las partes desnudas de mi cuerpo. Por donde quiera tenía cortes y moretones.

Luke sólo asintió.

-¿Iba alguien conmigo? No logró recordar nada.- Dije en voz baja mientras sentía como la cabeza me punzaba.

Luke hizo una mueca de frustración y luego suspiró.

-Sí, te acompañaba un chico.- Dijo llevando su vista lejos de la mía.

Frunci el ceño. No tenía ni un recuerdo de haber estado con un chico. Pero rápidamente me alarme. Sí así me encontraba yo ¿Cómo estaría él?

-¿Quién es? ¿Cómo se encuentra?- Pregunté realmente preocupada.

-Tranquila Lía.- Respondió Luke acercándose a mí.- Su nombre es Ethan y se encuentra bien.

-¿Sabes porque me acompañaba?- Pregunté de nuevo intentando recordar.

Luke se encogió de hombros. Parecía estar sufriendo por algo.

Suspire frustrada.

-Quiero verlo después ¿Crees que se pueda?- Dije antes que la puerta se abriera y entrara mi madre con la cara tan roja y los ojos casi saliéndose de sus órbitas al mirarme despierta.

Luke

Tenía que estar cerca. Podía sentir su presencia aún dentro del hospital.

Su espíritu trasmitía algo diferente a los demás.

Me encontré con varios compañeros, que como yo, su trabajo era cuidar las almas que les habían sido asignadas hasta su último día.

Por lo tanto muchos de los que se encontraban por aquí, estaban a punto de terminar su labor.

Recuerdo cuando me asignaron cuidar el alma de Lía.

Sentí una conexión desde el primer instante.

Había cuidado otras almas antes, pero está alma era nueva, era pura, era noble, era buena. Sin manchas. Y estaba seguro de que aún así Lía viviera las 2 vidas que les otorgaban a todos los seres humanos, su alma se iría intacta.

Nunca un alma antes me había hecho intervenir tanto en su vida terrenal.

Siempre me mantuve al márgen, hasta que vi a Charlotte interrumpir.

Joyce estaba a cargo del alma de Emma. Le dieron un nuevo cuerpo, un nuevo nombre y una nueva vida, pero ella se rehusó.

Y regresó por Ethan.

La intervención de Charlotte ponía en peligro la vida de Lía.

Tuve que aparecer en la vida de Lía. Confieso que tenía mucho tiempo que quería hacerlo, pero estaba prohibido, y sólo se permitía esto en un caso de emergencia.

Quería que Lía me viera, me hablara, quería que me conociera.

Lía tenía un grave problema de corazón.

El corazón de Lía se iba a detener en algún momento, quizá en unos años sí Lía tenía un poco de suerte.

Era lo que el doctor le había dicho a su madre en la última visita.

Lía iba a morir, pero no en este accidente, no hoy.

Le pedí a Crystal el ángel de Ethan que me ayudará a mandarle una señal para evitar que salieran de la casa.

Interrumpimos en sus sueños, esperando que captara lo que queríamos decir.

Pero él no logró entender el significado de aquél sueño.

Y tuve que actuar rápido cuando vi que Lía moría.

La mantuve con vida cuando su destino era otro.

-Luke...-Dijo una voz a mi espalda.

-Kev- Dije volviendome hacía él.- Cuanto tiempo viejo ¿Cómo has estado?- Pregunté dándole un fuerte abrazo.

-Normal. Dentro de todo. ¿Cómo van las cosas allá arriba?- Preguntó mientras caminaba conmigo por el pasillo.

-Todo bien.- Respondí observando alrededor en búsqueda de ella.

-Ya me enteré...- Dijo casi en un susurro.

Volví la vista rápidamente hacía él.

-¿De qué?-Pregunté intrigado.

-De Luke todo lo hago bien rompiendo las reglas.- Bromeó Kev palmeando mi hombro.

Reí en bajo.

-Tendré que asumir las consecuencias cuando regrese.- Dije frunciendo los labios.

-No me digas que te enamoraste de ella Luke.- Soltó de repente Kev.

Arrugue la frente.

-NO.- Dije rotundamente.

-Luke sí te enamoraste de ella, estarás en problema. Mira como terminé yo.- Dijo encogiéndose de hombros.

-Kev tu no sólo te enamoraste de ella.- Susurré rogando no haber herido sus sentimientos.

Kev se enamoró de su alma asignada: Melanie.

Pero las cosas salieron mal.

Melanie se quitó la vida y Kev no soporto esto.

La perdió.

No regreso de nuevo arriba. Desde entonces se ha quedado aquí físicamente, ayudando a todas esas personas que tienen el alma rota, ayudandolas a sanar para que no pasen lo que vivió Melanie.

-Lo sé hermano.- Murmuró con tristeza Kev. Me dio un apreton de hombros.- Cuidala mucho. Espero verte pronto.- Agregó antes de irse.

Cerré los ojos con fuerza.

¿Enamorado de Lía? No lo creo.
Lía era la alma que más me había importado en toda mi existencia. Pero para mi era una amiga, alguien especial.

Ni siquiera sabía que era estar enamorado.

Pero lo había visto, lo vi en muchas parejas. Incluso lo vi en Ethan y Lía.

Recuerdo que "desaparecí" un tiempo de su vida porque ella había comenzado una vida con Ethan.

Algo dolía en mi pecho cuando los veía juntos. Y ese dolor me ponía de mal humor. Por lo tanto decidí poner distancia entre nosotros antes de que Charlotte aparecía.

Suspire frustrado. Y seguí con mi búsqueda hasta que la vi.

Cabello rubio y labios rojos saliendo de la habitación donde estaba internado Ethan.

Me vio y sonrió maliciosa.

Todo en ella era así.