Capítulo 28: Viva

778 63 15
                                    

Lía

Recuerdo que respirar dolía.
Intenté abrir los ojos una vez más pero de nuevo fracase... Los parpados se me hacían inmesamente pesados.
Sí pudiera describir el dolor que sentía mi cuerpo en este momento podría decir que hasta el alma dolía.

No más intentó de abrir los ojos.

Sí a dormir un poco más.

¿Qué era esa molesta pero a la vez agradable sensación que sentía en mi pecho?

Al principio parecían cosquilleos, pero después se intensificaron hasta doler.

Yo quería dormir. No le haría caso a esa molesta sensación. Me preparé para caer de nuevo en mi profundo sueño.

La estamos perdiendo

Hay que intentarlo una vez más

Niña, debes de ser fuerte

Lía, por favor, no te vayas.

Y el doloroso cosquilleo hizo que algo dentro de mi volviera a latir.

-¿Lía?- El sonido de su voz me hizo despertar.

-Luke.- Apenas pude decir con mi voz ronca.

-Lía.- Volvió a repetir Luke y podía sentir la sonrisa en su rostro aún sin ver.

-Ya sé que me llamó así.- Susurre.

Escuché la risa de Luke, me sentí más relajada.

-Estás hecha un polvo.- Murmuró.

Abrí los ojos casi de golpe.

Mierda.

Estaba en un hospital.

¿Pero qué carajo había pasado?

Luke

Era como sí todo este tiempo hubiera contenido el aliento y de repente hubiera respirado profundamente al saber que estaba de vuelta.

Estaba aquí, estaba viva.

Quería correr a abrazarla. Pero tenía que limitarme. Ya rompí un par de reglas el día de hoy.

Iba a tener un par de problemillas allá arriba.

Pero primero, necesitaba saber sí me recordaba.

Así que cuando sentí que despertaba me acerqué a la cama y pronuncié su nombre.

Casi con cuidado, como sí su nombre fuera algo delicado.

Ella abrió sus delgados labios resecos y grazno mi nombre.

Sacudió mi alma.

Y aún más al ver ese resplandor en sus ojos al abrirlos me llenó de vida.

Lía no entendía que hacía aquí, en un hospital.

Yo no podía decirle mucho. Me habían prohibido dar más detalles de lo necesarios.

Lía tenía que recordar por sí sola.

No podía mencionar ni a Ethan, ni a Charlotte, ni el resto de lo que tuviera que ver con ellos.

Los recuerdos habían sido borrados de su memoria.

Con cada latidoWhere stories live. Discover now