❥ We never change.

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-No lo sé, estoy un poco colocado.- Fingí estar drogado.

-Eres un jodido estúpido.- Michael me despeino y me llevó tomado del hombro.

La casa de Michael. Yo era una persona acomodada, Luke lo era pero la casa de Michael era como un verdadero palacio. Yo creía que todo allí era perfecto hasta que entré a la pieza de Michael y definitivamente Michael es una persona que no se puede quejar demasiado de la vida. Tenía lo que quería y mucho más. Resulta ser que los padres de Mike no pasan mucho tiempo en casa, según él sólo vienen una vez a la semana o a veces no están en dos semanas por consiguiente le dan todo lo que él quiere. Aunque Michael no se lo merecía porque era un verdadero desastre en todos los lados que iba. Según él los soborna dando como escusa que trata de llamar la atención porque sus padres no están presente.

-Joder, acá no debes de aburrirte nunca.- Dije mirando toda su habitación.

-La verdad que no.- Sonrió.- Pero es porque donde paso menos parte de mi tiempo es en casa.

-¿Por qué?

-A nadie le gusta estar todo el tiempo solo.

Bueno yo sinceramente necesitaba varios meses de soledad. La gente era algo que me estaba empezando a apestar y la empezaba a odiar a todos sin razón alguna.

Me encogí de hombros y después asentí.

-Entonces, ¿me vas a explicar qué pasó?

Preguntó Michael sentándose a mi lado.

-Ya te he dicho .- Me quejé.- Que me he colocado y me he puesto a pelear y bueno, no puedo llegar así a casa.

Mentí.

-Joder, eres un estúpido, ¿lo sabes?

-Gracias a ti lo sé .- sonreí.

Sonrió conmigo.

-Vale, ¿tienes hambre?

-Estoy un poco cansado pero no estaría mal comer

Sonreí.

Michael fue por comida a la cocina y yo aproveche de recostarme en su cama. Estaba tan cansado y cada vez que lloraba los ojos me pesaban más de la cuenta así que ni supe de la comida

Al día siguiente me dolía un montón la mano.

Michael estaba tirado en la silla que tenía en frente de su computador y roncaba a más no poder. Joder, que tipo más desagradable.

Quería irme lo más pronto posible de allí por miedo a que sus padres volvieran y me vieran y bueno, no estoy muy interesado de conocer a gente nueva. Me acerqué a Michael y di toques leves a su hombro hasta que comenzó a abrir sus ojos.

-Joder, ¿qué mierda quieres Hood?

-Pensé que podías tener algunas vendas para mí y de paso me iré a casa.- Le dije en voz baja.

-Calum saca algo del baño y déjate de joder.- Volvió a cerrar sus ojos.

Me acerqué a su baño y me sorprendió que estuviera limpio. Michael definitivamente no era un chico organizado. De un mueble saqué unas vendas y me fui de su casa sin hacer ruido alguno.

La mañana estaba nublada. Miré el reloj y marcaban las 9:26 am en punto.

Algunas personas salían a sus trabajos y me miraban con espanto, podía verlo en sus ojos. De seguro pensaban que yo era un asocial o ex-convicto que acababa de salir de cárcel.

Supuse que eran por los golpes.

Esa mañana fui a visitar a Marilyn. Ella siempre me escuchaba cuando estaba triste y no trataba jamás de aconsejarme ni de decirme lo que debía hacer. Sólo escuchaba y opinaba y allá yo si tomaba en cuenta su opinión.

Al otro lado del cielo; cake hoodingsWhere stories live. Discover now