One day.

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-Vamos, dime tu nombre. -Insistí-

-Marilyn.- Dijo sin prestarme ni un poco de atención y a ella no parecía importarle ignorarme a mi o al mundo en general. A ella no le importaba nada y eso me parecí genial.- Desde ahora me llamaré así. 

-Vale, está bien, lo he entendido.- Dije dejando mi balón entre mis pies.- 

-¿Por qué no juegas con el resto de los chicos? .- dijo mirando la cancha y viendo a un montón de chicos jugando allí.- 

-Porque no los conozco. 

-No naces conociendo a las personas, nadie conoce a las personas realmente. -Volteé un poco mi cabeza para mirarla.- 

-Tampoco quiero conocerlos.- dije para parecer tan pesado como ella.-

-Entonces simplemente te sientas acá para mirar a las personas jugar.- preguntó casi asegurando lo que decía.-

-No, claramente ese es trabajo tuyo.- respondí en seco.-

Ella simplemente sonrió. No quería parecer malo porque se suponía que a las chicas le gustan los chicos malos.  No lo entendía pero como que tenía unas ganas tremendas de golpear a alguien e insultarlos a todos. 

-Me gusta ese truco. 

-¿Qué truco?.- La miré extrañado.-

-Ese truco de mierda de tratar de aparentar no tener un corazón y ser un hijo de puta para protegerse uno mismo. 

No entendí lo que trataba de decirme así que sólo le dediqué una pequeña sonrisa. 

Ella tomó muy y exageradamente con delicadeza su bolso. Podría decir que ella era todo lo podríamos llamar "señorita" pero entonces decía groserías y en vez de sacar un lindo listón para su hermoso cabello, ella sacaba un par de cigarros. 

-¿Quieres fumar? -dijo ofreciéndome uno de sus cigarros.- ¿no fumas? .- rió con burla.- 

Negué nuevamente con la cabeza y ella simplemente se encogió de hombros y encendió el cigarrillos.- 

Ella parecía unos cuando años menor que yo así que me sorprendía un poco que fumara. 

-¿Cuántos años tienes?- pregunté un poco preocupado por ella.- 

-¿Cuántos tienes tú?.- Dijo expulsando el humo por su boca.-

-Yo he preguntado primero.- respondí un poco molesto.-

-Pero yo he preguntado al último.

-16.- mentí.-

-Yo también... 

-Tengo 14, la verdad .- me reí de mi mismo.-

-Yo también tengo 14 años.- sonrió conmigo.-

Yo no entendía que juego estaba tratando de jugar pero comenzaba a dar miedo .

-¿De verdad no quiere?- preguntó ofreciendo su cigarro.-

-Está bien, damelo. 

Primero lo puse entre mis labios y succioné, dejé el humo unos segundos en mi boca y luego lo expulsé. 

Marilyn comenzó a reír y me quitó el cigarro. 

-Tonto, no se hace así. Mira primero pones el cigarro en tu boca, después succionas el humo y la mitad del humo que tienes en tu boca lo sigues succionando, así como si lo tragas pero en realidad no lo tragas, sólo lo consumes y el resto de humo ya lo puedes expulsar. 

Sonaría cliché decir que me ahogué con el humo pero no fue así, no tuve ninguna dificultad y hasta se me hacía bastante rico fumar. 

-¿Y qué haces aquí? .- pregunté cuando ya llevaba mi quinto cigarrillo.-

Al otro lado del cielo; cake hoodingsWhere stories live. Discover now