Mi vida con un Mafioso (¿UME? 2)

Capítulo 30

Cuando llegamos a la fábrica ésta está cerrada y en la entrada principal esta Screch, un Ruso que trabaja para Robert y Gustavo y que siempre suele estar de vigilancia.
He venido aquí bastantes veces y sé cada una de las entradas y salidas de este lugar de mierda.
La primera está en un lateral de la fábrica tapada por cajas de cartón llenas de basura y periódicos junto con rocas para que pesen, la segunda se encuentra detrás de la fábrica donde hay una puerta trasera negra blindada, pero como no, hay otro hombre vigilando. Y la última y tercera entrada, está en un destrozado que hicieron con un camión el cuál lleva bastante tiempo y es fácil entrar, pero hay una valla tapando esa zona, la cuál tiene alambre con puas en el principio de ella y da calambres.

Estos tíos son listos, bastante diría yo.
Pero no lo bastante para saber que yo sé todas las jodidas entradas ocultas a este lugar.
Saco de la guantera del coche todo lo que necesito. Nick, Max, Jeremy y Jaden están preparando las pistolas. Y seguramente, van a hacer falta bastantes hoy. Nos enfrentados al cabecilla de toda esta mafia, si se mata a él hasta en un gran tiempo no va haber problemas. Al menos conmigo ya no.
Guardo la cajetilla de balas en el bolsillo interior de la chaqueta, mientras que recargo la pistola con otras balas. Todo debe salir perfecto.

Hoy es la muerte de Robert, de ese hijo de puta que por mala suerte ha tocado ser mi padre.

—¿Preparado?
–pregunta Jaden.

Asiento con la cabeza y salimos del coche dispuestos atacar.

Solo somos cinco personas contra treinta o cuarenta que deben ser ahí dentro, si es que no son más de las que yo pienso que deben ser.
Sé perfectamente que eso está plagado de personas y de tíos llenos de armas desde la cabeza hasta los pies y también soy consciente de que va a ser tarea complicada poder hacer todo esto en silencio.

—Jaden y Jeremy, vosotros podéis ir por el pasillo derecho. Nick, Max y yo iremos por el izquierdo. Y por vuestro puto esqueleto, más os vale hacer todo y cuánto os diga. No hágais ruido y tener los
walkie-talkie a mano y estad atentos, no quiero correr ningún maldito peligro.

Estos dos asienten con la cabeza y nos dirigimos hacia la entrada oculta. A paso lento y con la mirada pegada a nuestros culos, por si sé nos escapa algo y algún tipo de esos nos ve y se nos va todo a la mierda.

Entre los cincos vamos quitando las cajas hasta que el hueco de la pared queda totalmente libre y podemos entrar.
Cada grupo se separa por un pasillo.
El izquierdo dá a la planta baja y el derecho hacia las escaleras donde nos encontraremos y actuaremos.
Está claro que no va a ser nada fácil, pero pienso y voy a acabar con ese hijo de puta.
Se acabó joder a las personas, se acabó la jodida mafia de mierda y sobre todo, se acabó meter a niños de menos catorce años en esta mierda y enseñarles esta mierda de vida y hacerles creer que en esta secta puedes obtener beneficios y hacerte millonario.
Te meten ideas locas y de mierda que siendo un crío, te las terminas por creer y no sabes en dónde has entrado.

Al principio puede parecer divertido, ¿a quién no le gusta jugar con una pistola aunque sea de juguete?
Jugar a disparar, hacerse el muerto cuando alguien hace como que te dispara. Es divertido y sientes poder cuando posees un arma de verdad. Cuando la tienes en tus manos te sientes el jodido amo del mundo y sientes que nadie va a poder amenazarte ni levantarte un solo dedo.
Para que mentir, joder, es una auténtica pasada tener esa mierda en la mano y escuchar el sonido que emite cuando aprietas el gatillo y disparas. Cuando disparas a algo y sientes esa adrenalina subir y recorrer por el cuerpo.

Hasta que eso desaparece algún día, cuando sin quererlo disparas a alguien y te sientes la peor mierda del mundo, un asesino. Te mandan a matar a gente aunque no quieras, sólamente para entrenarte. No te mandan a disparar a objetos, sino, a personas, a personas que están en la lista negra.
La lista que pone los nombres de quiénes tienes que matar. Da igual que sea otro asesino o un inocente, debes hacerlo para entrar en esta mierda.

Eso te manda directamente al club de asesinos, eso te hace un asesino. Y entonces la diversión se va, se esfuma completamente y entonces, es cuando temes tomar un arma de nuevo. Cuando te da miedo coger otra vez esa pistola, esa misma que te hace sentir poderoso y que puedes con todo.
Pero ya es demasiado tarde para dejarla y huir, por que te encontrarán. Te encontrarán y posiblemente mueras en el intento de escapar.

Dos hombres se encuentran de espaldas vigilando la zona mientras hablan. Le hago una señal con la mano a Max y Nick; es hora de actuar y atacar.

Me acerco cautelosamente hacia el más alto, aunque mide como yo más o menos, y lo tomo del cuello presionando fuertemente.
El compañero se alarma girandose, al verme frunce el ceño e intenta atacarme, pero lo que no sabe es que detrás suyo está Nick con una bolsa de plástico la cuál coloca en su cabeza asfixiandolo.
Al terminar con ambos, arrastramos los cuerpos de estos dos hacia la calle y los dejamos en una esquina donde nadie pueda verlos por el momento y seguimos el mismo recorrido de antes.

Vamos subiendo las escaleras haciendo el menos ruido posible subiendo estas de cuclillas, cuando damos con otro hombre de Robert, el cuál nos ve y viene corriendo hacia nosotros mientras saca una pistola del bolsillo.
De un movimiento con el codo, la pistola rebota en su cara fuertemente rompiendo su nariz. El tipo se tambalea hacia atrás agarrandose la nariz, pero lo que no sabe es que le espera un puñetazo en el rostro, una patada en el abdomen que lo hacen caer al suelo de rodillas mientras se retuerce del dolor.
Es el turno de la pistola.

1...2...3... ¡Disparo!
1...2...3... ¡Disparo!

Nick da otro par de disparos para asegurar de que está bien muerto y al estar seguro de que sí, seguimos el camino hacia llegar a la última planta donde se debe encontrar ese cabrón.
Esto no huele bien, habían pocos hombres en toda la fábrica. ¿Dónde ojones están? ¿Robert sabía que íbamos a venir a por él?

¡Holaaa!

Oh madre mía, se avecina una buena pelea llena de balas...

¿Creéis que Robert ya se olía algo de eso?

Yo opino que todo es muy extraño...

Comentad que os parece y que opináis

¡Nos leemos!
❤️❤️❤️❤️