Whatsapp [#1]✨ [Jesús Oviedo][editando jeje]

Veintiséis🌻

Ese mismo lunes me acerqué al instituto a ver si con suerte podía conseguir la dirección del profesor de naturales, o al menos su número de teléfono.

El instituto abría sus puertas cada verano para los alumnos que habían suspendido alguna asignatura, allí podían recibir clases de apoyo o simplemente pasarse la mañana en la biblioteca estudiando.

Llevaba ya mis treinta minutos discutiendo con el secretario, que no me podía dar esos datos porque eran personales y bla bla bla Luego para llamar a tus padres cuando haces algo mal son bien rápidos.

-Ya se lo he dicho, es una cuestión de vida o muerte. -dije mientras daba golpes al mostrador con las palmas de mis manos.

-Y yo ya te he dicho que no te lo puedo dar porque son datos personales, Heaslip. -puse los ojos en blanco, toda la jefatura del instituto me llamaba por mi apellido. -Además, ¿para qué lo quieres?

Suspiré. -Tengo que preguntarle unas dudas sobre un trabajo que tenemos que entregar a la vuelta de las vacaciones.

Se quedó pensando unos segundos.

-Nunca se envían trabajos para verano, y además, eres de último curso, este año ya irás a la universidad. -de todas las excusas que podía haberle dicho, le dije la peor. -Vete, antes de que llame a tus padres.

-Pero... -no me dejó ni terminar, se dio la vuelta y entró en su despacho, cerrando la puerta tras de él. Di un último golpe al mostrador y me fui de allí enfadada.

A la salida, me encontré con la última persona que quería ver en el mundo. Intenté escabullirme, pero la verdad es que fue en vano.

-¡Maya! -gritó Javi para llamar mi atención. Solté un gran suspiro y miré hacia su dirección, se estaba acercando. -Hola... ¿Cómo estás?

-Genial, gracias. -me iba a ir pero sujetó mi brazo.

-Espera... quiero pedirte perdón... por lo de la fiesta. -le miré, aquello si que me interesaba. -Fui un gilipollas, lo sé, encima iba borracho y...

-Eso no es excusa, no debiste hacerlo, ni dejarme allí tirada haciendo que me sintiera como una mierda. Lo que hiciste estuvo fatal. Tienes suerte de que no le haya contado nada a Kian porque seguro que te mata.

Suspiró. -Dicen que ahora sales con Jesús Oviedo...

-Nos estamos conociendo, si. Y él es mucho más caballeroso que tú en todos los sentidos.

Rió. -Vale, veo que me tienes mucha rabia guardada. -se quedó callado unos segundos. -Deja que haga algo para compensarte. Dime, cualquier cosa. -asi que cualquier cosa...

[]

-Vale... le distraigo y tú entras y robas lo que quieras robar. -dijo repasando el plan.

Asentí. -Así es. ¿Listo?

-Oye, ¿y qué quieres robar? -preguntó.

-No es de tu incumbencia Javier. Tú solo ve y haz lo que tienes qué hacer.

-Después de esto me debes una cita. -no me dejó responder, se fue hacia jefatura dejándome con la palabra en la boca. Si se pensaba que iba a salir con él, estaba muy equivocado.

No sé qué mierdas le dijo al secretario pero consiguió que saliera de su sitio de trabajo y le acompañara hacia afuera del instituto. Algunas veces ese chico sí que servía para algo, y no solo para andar jodiendo.

Corrí hasta el mostrador y busqué entre los archivos del colegio la dirección del profesor de naturales. Hasta que di con su ficha.

-Eureka -imité a Jesús y me reí de mi misma por hacerlo. Saqué unas cuantas fotos a la pantalla y me fui. Esperé a que Javi saliera para darle las gracias y luego irme, pero me da que no fue buena idea.

-Bueno... -dijo llegando hasta mi. -¿Cuándo es nuestra cita entonces?

Reí. -¿Cita? Antes muerta.

-Oh venga ya, Maya. Acabo de jugársela a un tío por ti.

-Y eso no te da derecho automáticamente a salir conmigo, además de que estoy saliendo con otra persona, por si no te acuerdas ya te lo recuerdo.

-Créeme que lo pasarás mejor conmigo que con un niñato de instituto.

-Ay por dios. -rodé los ojos. -Estás fatal, vete a un psicólogo, ¿quieres? -comencé a caminar para alejarme pero él vino detrás mía.

-Me debes una, ¿te lo recuerdo?

-Yo no te debo nada, y aunque te lo debiera no haría nada por ti, ¿me has entendido o tengo que llamar a la puta policía para que me dejes en paz? -sé quedó quieto. -Eso creía, y no me vuelvas siquiera a hablar por teléfono, borra mi contacto. -y así fue como dejé a Javi tiradísimo en la calle después de que me hiciera un favor.