13. Una noche interesante.

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Dejo que Max se adelante en la entrada y registro en el hotel mientras yo me quedo afuera, mirando a través de los grandes ventanales uno de los tantos imperios que tiene mi asqueroso padre.

-¿Vienes, o de repente es demasiada sofisticación para ti?- Dice mi idiota compañero y paso de largo los ventanales.

-Hola en que te puedo servir- Dice una rubia detrás del mostrador.

-Vengo a registrarme- Digo simplemente.

-Claro, ¿Nombre?- Dice mirándome lista para escribir en el ordenador.

-Nataly Pieterson- Digo a la chica.

-Efectivo o tarjeta- Me pregunta y le tiendo la tarjeta de crédito.

-Disfrute su estadía- Dice entregándome mi documentación y yo sin responder me doy la vuelta.

Sigo de largo hacia el ascensor en donde mi compañero me espera con frustración en el rostro.

-Al fin, eres bastante lenta no sé cómo puedes asesinar de la manera en que dicen que lo haces- Dice burlonamente.

-No sé- Digo simplemente.

-Tal vez se equivocan- Dice encogiéndose de hombros.

-Tal vez- Digo bajando del ascensor y caminando hacia la habitación.

En cuanto paso la tarjeta por el lector e introduzco la llave una sala enorme me recibe con los brazos abiertos.

-Mi jefe tiene estilo- Dice el idiota.

-Ya, claro- Digo sarcásticamente dejando mi bolso y maletas en el recibidor para dirigirme a la nevera y sacar una soda.

-Debe tener más que el tuyo- Dice infantilmente.

-Ujum- Digo con la botella en mis labios caminando hacia mis cosas.

-Y se hace llamar asesina- Dice bufando detrás de mí mientras cierro la botella en mis manos y la introduzco en mi bolsa.

-Tú te haces llamar Nathan y yo no digo nada- Digo sonriendo cínicamente para darme vuelta y tomar cada maleta en una mano y dirigirme al cuarto del fondo.

No saco la ropa de mis maletas por si necesito salir abruptamente en algún momento, solo la dejo sobre una pequeña silla dentro de la habitación.

Tomo la maleta de las armas y la coloco sobre la cama, comienzo a retirar el cierre y cuando está totalmente retirado la abro dejando caer la solapa de arriba sobre la cama.

Sonrío como si volviera a tener tres años y me dieran la última muñeca de la nueva colección, y tal vez, la situación no sea tan distinta. Tengo dieciséis años y tengo una maleta llena de todo tipo de armamento listo para ser utilizado contra hombres y mujeres estúpidas. Como no estar feliz y con una sonrisa en mi rostro.

Luego de apreciar por un buen rato mis juguetes vuelvo a cerrar la maleta y una vez la aseguro con mis huellas dactilares la dejo en un rincón de la habitación. Para tomar mi móvil y salir del cuarto.

-¿A dónde vas?- Pregunta mi odioso compañero.

-Que te importa- Digo sonriendo falsamente.

-Voy contigo- Dice levantándose.

- No necesito un niñero- Digo abriendo la puerta.

-No voy por ti, esperaba encontrarme a una chica con la cual pasar el rato- Responde.

-Debemos volver antes de las siete- Dice en el ascensor.

-Y se supone que deba hacerte caso- Digo irónicamente.

The Elite Group. |TEG #1| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora