➳Ángel ◂JongKey▸

XXXIII - Promesa

XXXIII

Promesa

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Prométeme un amor para siempre y te daré una vida llena de felicidad

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— No me entendiste Jonghyun. ¡No quiero cortar con vos!

Pero era muy tarde, Jonghyun ya se había levantado, enojado por cómo estaba la situación ahora. Él podía haberse equivocado de todas las maneras posibles, podría haberle gritado cosas hirientes sin querer, podría ser un poco celoso y bastante controlador. Podía entender que Kibum necesitaba más independencia hasta de él... Pero pedirle que ya no fuera su Guardián era una locura.

¡Jonghyun no iba a dejar que lo que había deseado por años desapareciera porque Kibum creía que no podían controlar sus sentimientos!

Sabía que Kibum lo estaba siguiendo, pero no se preocupó por eso. ¡Estaba demasiado enojado por la situación! ¿Qué? ¿Con dejar de ser su Guardián, se acabarían todos los problemas? Era una idiotez pensar en eso. No quería. No iba a dejar de estar enlazado a Kibum por nada del mundo. Kibum era lo único que lo ataba a este mundo, no podía resignarse a él.

— Pero no es posible que seas mi Guardián y mi novio — recriminó alzando la voz.

— ¿Fue Joonmyeon? ¿Él te metió esa estúpida idea en la cabeza?

— ¡Jonghyun! ¿Podés escucharme? ¡No seas idiota y volvé acá! — gritó Kibum histérico mientras Jonghyun cruzaba el ventanal para caminar al balcón.

— ¡No soy un idiota! ¿Dejar de ser tu ángel? ¡Eso sí es una idiotez!

Se subió a la cornisa y desplegó sus alas, dispuesto a largarse de ahí por un rato. Tal vez la brisa en el rostro lo calmaría un poco.

Al dar otro paso, dispuesto a tomar vuelto, sintió la mano de Kibum fuerte contra su hombro. Trastrabilló con sus propios pies y casi cae de balcón junto a Kibum. Con unos pasos tontos, cayó en el suelo, cerca de las plantas que tenía por allí. El rubio cayó sentado a su lado.

— ¡No vuelvas a detenerme de esa manera! — gritó Jonghyun exasperado. — ¿Qué estabas buscando? ¿Tirarte por el balcón, Kibum?

— ¡¡Quiero que me escuches de una maldita vez!! — soltó Kibum empujándolo por los hombros. — ¡Quiero hablarte! ¡Dejame hacerlo y luego quejate todo lo que quieras!

— ¿¡Cómo voy a escucharte si sé que es una estupidez!? ¡¡No te voy a dejar a cuidado de nadie más!! ¡No confío tu vida en nadie más! ¡Me volvería loco si te pasa algo!

— ¡Basta Jonghyun! ¡Basta, por favor! — Gritó Kibum levantándose del suelo, aun con las piernas temblando por el casi accidente. — ¡No es posible que seas mi novio y mi Guardián! ¡Ser ambos nos está volviendo locos! ¡Tenés que elegir una de las dos ahora!

— ¡Tu Guardián!

— Bien... — murmuró Kibum. — Bien... esa sí es tu decisión, no mía...

Cuando quiso detenerlo, Kibum ya se había metido al departamento de nuevo, cerrando la ventana detrás de sí mismo.

¿Dentro de qué cabeza cabe que ser pareja y, a la vez, tener un lazo Guardián-Protegido era malo? ¿Acaso Kibum había querido terminar con él y no se había atrevido a pedírselo de verdad? Se levantó del suelo, abatido por la idea de que Kibum se había rendido de una vez. Se lo había dicho días atrás y hoy se lo había repetido, estaba cansado de todo eso, de la relación complicada en la que se habían metido.