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Rak me mira con los ojos muy abiertos.

- Tu...- James se acerca a Rak con intención de pegarle-. Por culpa de tu padre estamos en esta situación.

- No tengo nada que ver con mi padre, hace tiempo quee di cuenta de que era un monstruo que mataba por doquier- explica.

- Ha cambiado- asegura Peter-. Le conozco desde muy pequeño.

Hay un silencio infernal hasta que Rak pide hablar conmigo a solas.

- Quiero ayudarte, porque quiero que esta guerra absurda acabe.

-¿ Me enseñarás?- pregunto muy dubitativa.

Asiente, y yo me lo pienso.

- Vale, pero a la mínima te mataré- amenazo.

- Sigues siendo una preciosa, agresiva pasiva.

Voy al interior de la casa. Hay como unas seis habitaciones, yo tendré que compartir con Anna.

No puedo dormir, así que salgo fuera un rato para tomar el aire.

Fuera me encuentro con Peter, que me sonríe.

- Tu tampoco puedes dormir- murmura, acercándose.

- ¿De que conoces a Rak?- pregunto.

- Veo que eres directa- se rie-. Un amigo de la infancia.

Miro hacia la nada, pensativa. Rak sólo tenía amigos de la realeza, y además del reino de fuego. Peter no es del reino de fuego...

Le cojo la mano, sorprendiéndolo. Se supone que todo quien tiene sangre real, le hacen una pequeña marca en la mano. Y ahí esta.

- Has cambiado estos últimos cinco años- murmuro-, príncipe Peter, de Roca.

- Lo mismo digo, princesa Alicia, de Castelmar.

-¿ Desde cuando lo sabias?

- Tu árbol interior es el típico de sangre realeza, es decir, todos los príncipes y princesas tienen ese tipo de árbol arrugado y blanco.

Nos quedamos en silencio un rato. ¿Como he sido tan estúpida? No he podido reconocerlo, el chico que me miraba siempre, que me observaba con esa mirada tonta.

- No hiciste el ridiculo- susurro, y al ver su cara de incomprension sonrio-. Antes de besarme, dijiste que esperabas no hacer el ridículo.

-¿ No lo hice?- pregunta, acercándose a mi.

Niego con la cabeza, y lo sorprendo, lanzándome a sus labios. Alguien carraspea por detrás nuestra.

- No sabía que tenías pareja- sonríe Natalie haciendo que Peter se vaya.

- Me caes genial.

Encuentro a Peter observando las estrellas, recostado en un árbol.

- Me arrepiento de haber conocido a esa zorra- hace que me ria-. Lo digo en serio, se creyó que lo nuestro era una relación duradera, y para siempre, y a mi no me va eso

- ¿No buacas eso?- pregunto, asustada.

- Alice, de pequeño fuiste mi amor platónico, y ahora que te tengo no te dejaré nunca- murmura.

- Das miedo- bromeo.

Me besa, y siento como me late el corazón más deprisa.

La dama de los elementosWhere stories live. Discover now