Capítulo 25

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Tarde algunos días en querer salir a la calle, en querer ir a la escuela, pero cuando por fin me sentí lista, agarre mi patineta y a un lado mío iba Luke, los dos nos íbamos juntos a la escuela. Era el primer día que iba desde el secuestro, quería hablar con Abby, agradecerle por encontrarme y luchar por mí, había sido muy valiente igual que todos.

Llegamos a la escuela y todos mis amigos me abrazaron, les agradecí a todos por estar ahí, charlé unos minutos con ellos, me disculpé y salí en busca de Abby, ella estaba sacando algunas cosas de su casillero.

–ABBY.

Ella volteo y me dedicó una gran sonrisa.

–¡MAX!.

Ella corrió y me dio un gran abrazo.

–Muchas gracias, por organizar una misión suicida para rescatarme.

–Sé que tú lo hubieras hecho por mí.

Yo me mordí el labio.

– ¿No lo harías? –Preguntó preocupada.

–Claro que lo haría.

– ¿Esto significa que somos amigas? –Preguntó de nuevo.

Yo me quedé un momento callada, haciendo que la pensaba.

–Amigas. –Puse mi mano.

Pero ella extender sus brazos y me dio un gran abrazo.

Las dos nos soltamos y fuimos a nuestras respectivas clases.

Camine por la cafetería, todos hablaban sobre mí y sobre Julián, malditos buitres no tenían algo mejor que hacer.

Me senté en la mesa donde estaban todos esperándome, Luke se paró, arrastro la silla hacia atrás y espero a que yo me sentraá, me senté y arrastre la silla hasta la mesa, se sentó Luke y comenzamos a charlar, comer y contar chistes.

– ¿Hay lugar para tres chicas más? – Voltee y vi a Abby y a sus dos amigas.

–Claro.

Nos recorrimos y se sentaron todos comenzamos a charlar de diferentes cosas, yo hablaba con Abby y Luke sobre una banda, mientras mis otras amigas hablaban con las amigas de Abby sobre libros.

Fuimos a mi casa después de clases, las dos bailábamos y cantábamos como un par de locas.

Hasta que pensé en algo.

–Abby... Te quería pedir disculpas, siempre pensé que serías la típica chica tonta, rubia y superficial, creí que nada más pensabas en ti misma y en nadie más, pero eres única y genial, lamento haberte juzgado.

–No te preocupes, todos lo hacen, pero me alegra saber que cambiaste la perspectiva sobre mí, yo también te juzgue, creí que eras un friky, que solo pensaba en libros, juegos, etc. Pero eres más que eso.

–Bueno estuve pensando... Las dos ya nos llevamos bien... Así que podríamos juntar de nuevos a nuestros padres, ellos dos merecen ser felices.

– ¿Cómo le haremos?

–Tengo un plan...

Las dos sonreímos malévolamente.

FASE 1. Engaño.

– ¿En serio quieren ir a comer a ese restaurante?

–Sí, además ese lugar es muy elegante, tienes que ir con tú mejor ropa.

Mi papá se miraba incomodo, tenía el traje más costoso y elegante. Se miraba incomodo sobre el espejo.

–Vamos, se nos hace tarde.

El desastre de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora