El desastre de mi vida.

Capítulo 19

– ¿Cómo amiga?

Él negó con la cabeza, esto no me podía estar pasando, mi mejor amigo no se puede enamorar de mí, debe de haber una ley no escrita que prohíba eso.

–No sé qué decir, escucha acabó de salir de una relación y no quiero salir lastimada de nuevo, perdóname.

Corrí de ahí lo más rápido que pude, sinceramente lo quiero, pero no estoy lista para una relación.

Corrí y tome un taxi, para huir lo antes posible de ahí.

Entre a la mansión y me acosté en mi cama, viendo como la luna brillaba con mucha intensidad, además de que se veía enorme.

Hasta que me quedé dormida.

–MAX, despierta.

Me desperté asustada, Abby estaba en mi habitación con un pantalón negro, sus tacones blancos y una blusa blanca de tirantes.

– ¿Por qué me despiertas?

–Porque nos tenemos que ir a las 5 y queremos pasar el día en la playa y ver una película, así que apresúrate.

Abby dejó la habitación, me quite las sabanas de encima, agarre rompa limpia y camine hasta al baño para darme una merecida ducha.

Salí y eche las cosas en una mochila, bajé las escaleras, agarre una tostada con jugo de naranja y me la comí.

Oí como Abby me llamaba desde la puerta, salí y me subí al carro de Ethan y así nos dirigimos hasta la playa.

Todo el camino no la pasamos platicando, riendo y contando divertidas anécdotas., además de cantar a todo pulmón canciones.

Llegamos a la playa, me saque la ropa (Abajo tenía el traje de baño), corrí hasta la playa para sentir la arena bajo mis pies se sentía caliente pero a la vez caliente, se sentía suave.

Me senté en la arena mientras observaba como Ethan se metía a nadar y coqueteaba a una chica rubia y hermosa.

– ¿Me puedo sentar? –Preguntó Abby.

–Si.

Ella se sentó las dos quedamos en un insoportable silencio, cuanto los odio.

– ¿Por qué ayer te fuiste de la fiesta?

–Es que... Vi a Luke, bailamos y me dijo que me quería.

–Pero...

–Acabó de terminar con Julián, además que no quiero que me rompan el corazón.

–Creo que lo mejor será que no le hables por un tiempo hasta que aclares tus ideas, después de todo él es un gran chico.

Ella me sonrió y se fue casi saltando hasta el mar, después vi cómo se metía al mar con mucho estilo, tenía que admitirlo Abby Pickens tenía mucho estilo.

Me paré y me metí al agua, donde nadamos hasta que se hizo muy tarde, llegamos a la casa, arreglamos nuestras maletas, corrimos a la central de autobuses, apenas llegamos y llamaron para subir a los camiones, Abby se despidió de su hermano, después subimos, de hecho ya ni tuvimos tiempo de ver la película, será para la próxima.

Bajamos del camión y vimos como nuestra familia nos esperaba, no pude evitar aventar las maletas y correr a los brazos de mi padre, él me recibió con un gran abrazo.

–Te extrañe mucho, ¿Cómo les fue?

–Bueno, estuvo genial estuvimos todo el fin de semana con el hermano de Abby.

–Un momento ¿Y tú padre? –Preguntó Anni, quien todavía abrazaba a Abby.

–No lo vi, nunca estuvo en casa.