El demonio de ojos Azules. [Crónicas de Abril #3]

Identidad

(Aprire, dimensión de humanos)

Aprire había ordenado a Pavel buscar un sitio seguro dónde realizar nuevos planes, una base donde todo se elaboraría, el centro de todas sus ideas y trampas.

Mientras él lograba encontrar ese sitio, Aprire caminaba por la ciudad en busca de una nueva alma que robar, pues necesitaba de ese éxtasis que le provocaba el devorarlas sin piedad. En un repentino movimiento, se dio media vuelta tras detectar que la observaban.

Se sorprendió al encontrarse con Mohamed y diez criaturas más de diferentes dimensiones. No había detectado su presencia hasta que estuvieron a pocos metros, ese fue su desconcierto, pero realmente no tenía miedo de luchar contra todos ellos, o al menos así fue hasta que su mirada se encontró con la de Clarence.

Automáticamente, Clarence y Aprire retrocedieron un paso, ambos mirándose a los ojos, las manos comenzando a sudarles, conteniendo la respiración. Retrocedieron un paso más, sin notar que los demás se miraban entre sí, preguntándose qué ocurría. El sonido de un celular vibrando sobre una mesa actuó como alarma y ambos dieron media vuelta, corriendo en direcciones diferentes.

-¡No les dejen escapar!- gritó Mohamed, notando que ambos opuestos se daban a la fuga -¡Atrápenla!- gritó una vez más, ahora dando como prioridad a Aprire.

Corriendo como una humana, Aprire dio vuelta en unas cuatro esquinas antes de detenerse por un terrible dolor de cabeza, era como si algo intentara detenerla.

Michael era el que más cerca de ella estaba, a punto de alcanzarla, separados tan solo por un insípido metro. Era momento de que él usara sus habilidades de hechicero aunque sea por una vez, no debía dejar que escapara.

Michael murmuró un hechizo del sueño, haciendo que su mano brillara, apuntando hacia la joven que se encontraba sostenida con una mano en la pared. Lanzó el hechizo.

En un abrir y cerrar de ojos, Calisto apareció y se posicionó frente a Aprire, formando un escudo de transparencia azul, haciendo que el hechizo se desviara de su trayectoria.

Michael seguía acercándose, Calisto mostró ese color blanco en sus ojos, haciéndolos destellar y deslumbrando a Michael, se detuvo y se cubrió los ojos.

-¡Vámonos!- gritó Calisto, tomando a su aliada de la mano y corriendo lejos de los demás, que se acercaban cada vez más.

Ambos corrieron hasta unas escaleras que bajaban a un prado de flores, y antes de pisar el primer escalón, extendieron sus alas y se alejaron volando, apareciendo un portal frente a ellos y desapareciendo antes de ser alcanzados.

***

(Michael, dimensión humana)

-¡¿Qué demonios fue eso?!- le recriminó Idaira a Clarence, mostrándose más que solo furiosa.

Jetli, el guardián, tomó el hombro de la quimera para calmarla, pero los efectos de esto fueron mínimos.

-Ahí no estaba Abril- susurró Clarence, con sus manos en las bolsas de su sudadera y la vista perdida en algún lugar del otro lado de la calle.

-Ahí viene Michael- comentó Luara, la alquimista, revisando su reloj de mano y volviendo a guardarlo.

-¿Y qué pasó?- preguntó Mohamed, una vez estuvo cerca el fantasma.

-Al parecer, Aprire tiene más aliados de los que conocemos, Calisto la ayudó a escapar- les informó el fantasma cruzado de brazos y a punto de explotar ante la frustración que sentía.

-¡¿Cómo?!- exclamó Mohamed, en un estado entre furioso y de desconcierto –Sabía que había algo extraño en él, pero no creí que fuera capaz de ello