Vanessa no sabe quien es, no sabe qué es, ni sabe nada de su niñez.
Tiene conciencia desde los 12 años, pero antes de eso no se acuerda nada. Lo que si sabe es que posee unos increíbles poderes, que en la historia de lo sobrenatural nunca ha pasado...
- No le digas así... - Me enfrentó ya con irritación en su voz y advertencia.
Estaba apoyada en uno de los escritorios en los que había en la comisaría y me enderecé para enfrentarme a ella. Me acerqué peligrosamente a ella con los brazos cruzados y el mentón hacia arriba para escupir con odio mis palabras cargadas de veneno. Le llevaba unos centímetros a la hermosa pelirroja en frente mio.
- ¿O qué, Banshee?
Ambas nos miramos con reto pero el sheriff se acercó a separarnos antes de que empezáramos algo de lo que puede que ella no saliera muy bien parada.
- Muy bien señoritas... es suficiente. Vanessa creo que deberías tranquilizarte.
- Yo creo que estoy de lo más bien.
- No, no lo estas y no sé porque tienes esa actitud conmigo ahora mismo.
- Pues en este momento y en tu actitud tan estúpida no.
Gruñí un poco y me quise acercar a ella pero el sheriff me detuvo de nuevo.
- Vanessa, creo que deberías calmarte. Ahora. - Le miré y vi advertencia en su mirada, y reproche.
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Desvié mi rostro y me alejé un poco para seguir escuchando como hablaban sobre Meredith.
- Solo estoy interesado el ''porqué hizo eso'' si me dice el ''cómo'' - Le respondió el sheriff luego de darme una rápida mirada para comprobarme.
Siguieron hablando de cómo iban a tratar de detener que la lista se vuelva cada vez más pequeña.
- No tienen que tratar de parar a Meredith, o tratar de dar con los asesinos... tienen que tratar de parar el dinero. - Dije con aburrimiento luego de que me cansara de la voz de Lydia.
Ambos me miraron luego de que hablara.
- Los asesinos matan por algo, nos cazan por algo, si ellos ven que no hay nada que van a recibir a cambio de nuestras muertes, van a parar. No necesitan tratar de parar a todos...
- Necesitamos parar el dinero... - Murmuró el sheriff entendiendo mi punto.
Asentí dándole la razón. Creo que esta iba a ser una noche muy larga...
Me desperté luego de escuchar como una puerta se cerraba. Me di cuenta que estaba apoyada sobre alguien y al darme vuelta vi a Lydia ver el entorno somnolienta. Reaccioné rápidamente y me alejé de ella. Me dolía toda la espalda.
- Creí haberle dicho, chicas, que se vayan a casa... - Nos reprochó el sheriff Stilinski.
- Creo que yo te dije a ti que no iba a ir a ningún lado. - Le respondió Lydia.
