Imbécil Playboy <<1ª Parte: Saga Playboy>>

"Antes de tiempo"

— Papá, Liza, ¡¿qué hacen aquí?!

Pregunte sorprendida, faltaba 5 meses para que volvieran, era muchísimo tiempo antes, aunque me sentía aliviada pues Malcolm estaba a punto de besarme y yo no quería eso.

— La pregunta aquí es, ¿quién es este chico?

Preguntó mi papá en su momento celoso.

— Soy Malcom, un amigo de Pire.

— Sí, y yo soy su padre, el mismo que dejó a Elian a cargo y con reglas específicas.

— Lamento mucho está situación, Señor Bowers, tan solo me distraje un momento y este chico se le comenzó a abalanzar a Pire, debí mantenerlos cada segundo bajo mi supervisión.

— No te preocupes, así son los adolescentes, hormonales y escurridizos.

— Mañana mismo les agradeceremos a ti y a tus padres con una cena.

— ¿A sus padres?

Apenas lo recordaba, Elian tenia padres, obviamente, recordé la conversación que tuve con Malcolm en la tarde, jamás le pregunté por ellos.

Esa fue la última noche de Elian como nuestro niñero, al momento de irse no se le vio muy feliz.

— Señorita Bowers.

— Joven Johnson.

Al parecer ambos debíamos parecer educados, Liza me pidió que le hablara así a Elian cuando viniera con sus padres, porque al parecer estos son todavía de muchísimo más dinero que la mayoría de Buenos Aires.

En cuanto los vi mi mandíbula cayó al suelo mentalmente, la señora era rubia, de ojos café y alta, muy alta, se vestía con gran elegancia, se veía totalmente llena de gracia, mantenía una sonrisa cordial y ojos brillantes.

Mientras tanto, su padre, al contrario tenía una cara dura, llevaba un traje negro de alta costura y un peinado de oficina lleno de canas.

— Pasen por favor.

Mencionó Liza detrás mío, nos hicimos a un lado para dejar pasar a los Johnson.

— Linda casa.

— Gracias, señora Jhonson.

Mencioné con una sonrisa, ella me la regresó.

— Así que tú debes ser Phoebe.

— Sí, soy yo.

— Escuchamos mucho sobre ti todos estos años desde que te mudaste, al igual que hemos escuchado de tu A+ en álgebra, deberías ayudarle a Elian.

— Gracias es un halago, pero de eso fue apenas ayer.

— Mi hijo te cuida mucho.

— Eso es cierto, su hijo es muy responsable y siempre al diálogo.

Elian puso los ojos en blanco, sabía que lo decía con sarcasmo aunque no se notara.

— Al menos contigo lo es.

La voz dura y agresiva de su padre se hizo presente en la conversación, yo jamás había visto a sus padres pero la presencia del hombre era atemorizante.

— ¿Por qué lo dice, Señor Johnson?

Preguntó Liza, que por su actitud corporal pude notar que ella también se espantó un poco.

— Porque no hace más que causar problemas todo el tiempo, yo a su edad no estaba con juegos de tocar en una banda o de niñero, mi padre me estaba enseñando el negocio familiar como su pupilo mientras yo me mataba en la escuela.