Two worlds collide

2°T- Final

*Nota: Tal vez lo vean como solo un capitulo mas pero esa es la idea. Los veo en el epilogo :*

Narra Ann:

No estaba enfadada con Leah, hasta me causaba gracia ver todo lo que hacia por conseguir que le hablara mas que un par de monosílabos.

No pude evitar hablar cuando la vi entrar al apartamento cubierta de pintura de distintos colores. Su ropa mayoritariamente blanca estaba manchada de todos los colores.

-¿Que mierda?- solté antes de pararme frente a nuestra habitación con los brazos cruzados.- Ni loca creas que te dejare entrar. Estas manchando todo el suelo y no lo haras con mi habitación. Es mejor que te des una....muy buena ducha y te coloques ropa agradable. Tenemos que salir.

-¿Tu me estas hablando?- dijo sin creerlo, rodé mis ojos y resople.

-No tengo otra opción, alguien tiene que avisarte. Los padres de Ethan han abierto un nuevo café a dos cuadras y es la inauguración.

Entre en mi cuarto y cerré la puerta en su cara.

-¡¿Al menos me darás ropa?!

-¡Ven por ella cuando estés limpia!- grite de vuelta. Camine hasta mi closet y lo abrí con un suspiro.- Allí vamos.

(...)

-Ann.- voltee con una pequeña sonrisa cuando escuche la voz de mi suegro.- ¿Que opinas?

Gire sobre mis pies mientras miraba el café. Estaba demasiado feliz de que ellos estuvieran cumpliendo su sueño.

-Esta genial.- admití mientras veía como todo estaba tan idéntico como el que yo acostumbraba. Las mesas redondas, la barra en la esquina derecha, el escenario en frente.- Esta...esto es genial, realmente lo es.

-Y tu lo hiciste posible.- sonrió.- Ven a darle un abrazo a tu suegro.

Me reí mientras me dejaba envolver en los brazos de el señor Kian, estaba demasiado a gusto con la familia de Ethan y supe que no podía tener mas suerte.

Eran más que la familia de mi novio. Eran mi familia.

-Viejo, es mi chica.- escuche decir a Ethan en tono de burla mientras me apartaba levemente de su padre. El no demoró en envolver mi cintura con su brazo.- Esto esta lleno.

-Lo se, es bueno estar cerca de la universidad.

-Creeme que estaré aquí cada vez que pueda.- dije con una sonrisa.

-¿Seguiras cantando aquí? Se que no necesitas el dinero pero ya han sido dos años, no queremos que te vayas. Igualmente sabemos que te quita algo de tiempo y con la empresa...

-Claro que seguiré haciéndolo- interrumpi- Jamas hice eso por dinero, usted lo sabe.

-Lose asi que dime, ¿bautizarías el escenario?

-¿ahora?- inquiri.

-Ahora. Hay mucha gente y tu siempre tienes alguna canción en mente.

-No tengo mi guitarra.

-He traído la que siempre usas.- dijo con una sonrisa.

-Vale.- acepte.- vayamos por esa guitarra.- padre e hijo sonrieron mientras me llevaban detrás del escenario. Allí no había una habitación, los instrumentos estaban ordenados justo detrás de escena. Encontre con rapidez mi guitarra y la tome con una sonrisa.