El Crimen En Broadway

Broadway

22 De Agosto De 1993*
8:55 pm*
5 Avenida, Broadway*

-Nos vemos la noche que viene, iremos en busca de más prostitutas.- Dice Alex guiñándole el ojo a su amigo.

-¡Ya vas!.- Exclama este. -Yo no ando en esas porquerías.- Dice Brian en tono enfadado.

-Ah si, se me olvidaba que tu prefieres ir a la iglesia y no a divertirte enserio. -Le dice Alex burlándose ante la respuesta de Brian.

Brian bufea. -Algún día te darás cuenta que no estas en el camino correcto. -Le dice Brian.

-Entonces será mejor que lo disfrute antes de que acabe. -Mete sus manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero y encamina su paso.

-¿Nos vemos mañana?- Pregunta Brian mientras Alex se aleja.

Alex solo se limita a asentir con su cabeza.

Brian empezó a caminar por las oscuras calles de aquellos días fríos de Broadway. Hacía mucho frío, podía ver como su aliento se congelaba con el tiempo helado, mientras miraba como pequeños copos de nieve se desvanecían al llegar al suelo.

Camino aproximadamente dos cuadras luego de separarse de Alex... No duró mucho cuando este escuchó un rotundo disparo que hizo que inmediatamente se parara en seco y volteara lentamente; en su cabeza solamente podía sonar el estruendo de esa bala, frunció el ceño y miraba calles atrás las cuales el había caminado anteriormente.

Unos hombres, salieron de una calle mientras corrían velozmente.

Brian frunció aún más el ceño y se detuvo a pensar un momento.

Esos hombres habían salido de la misma calle donde Alex se había metido cuando él lo dejó para seguir su camino.

Simplemente no lo podía creer. Su corazón y su pulso comenzaron a latir rápido y sin control, no sabía si correr o quedarse parado sin hacer nada, estaba en shock.

Unas sirenas lo sacan de sus pensamientos.

Brian bruscamente empieza a correr con lágrimas en los ojos solo imaginándose lo peor.

Llega al final de la calle de donde había partido, levanta la mirada en alto y puede observar como hay gente alrededor y policías.

Corre lo más rápido que puede hacia la escena del crimen, listo para lo que viniera.

Cuando por fin llega logra mirar el cadáver.

Su mejor amigo Alex había sido asesinado...

No pudo soportarlo, quiso meterse entre los oficiales mientras estos intentaban tranquilizarlo.

-¡ALEX! ¡NOO!. -Grita Brian en tono desgarrador.

-Joven tranquilo. -Le dice un oficial intentando tranquilizar las cosas.

-¡ALEX, AMIGO, LO SIENTO.... NO... NO... NUNCA DEBÍ HABERTE DEJADO SOLO... ALEX VUELVE... TE QUIERO HERMANO!. -Seguía gritando Brian mientras se intentaba soltar del agarre de los oficiales.

-Joven, su amigo ya esta muerto... -Le dijo otro de los oficiales.

Cuando el oficial dijo eso Brian lo mira con una mirada desgarrante. No tenía que recordarle que su amigo ya había partido, él mismo ya lo sabia...

-¡ALEX, POR FAVOR. PERDÓN... ES MI CULPA... MALDICIÓN ALEX... DESPIERTA!. -Le grita Brian mientras se tiende a llorar al suelo. -¡LO SIENTO... EN VERDAD, LO SIENTO... ABSOLUTAMENTE TODO!.

Las gotas de lágrimas resbalaban sobre el rostro de Brian, él podía sentir como su corazón se detenía a cada latido.

Una briza cálida comienza a caer sobre él, sus lágrimas cada vez eran más calientes, ni el frío podía congelarlas.

Era difícil entender como una persona que estuvo con él tanto tiempo, se va de su lado.

Brian se sentía devastado. Su amigo de infancia y parte de su adolescencia y juventud simplemente ya no estaba. Todos aquellos recuerdos comenzaron a invadir su mente.

¿Él quería saber por qué a Alex?
¿Por qué justamente a él?
Le intrigaba el hecho de saber quienes habían sido aquellas personas...
No quería quedarse de brazos cruzados...
Quería venganza...

Brian se levantó y camino hacía su amigo mientras se arrodillaba a su lado y le hacía una promesa susurrándole al oído unas palabras.

-Prometo vengar tu nombre hermano... Lo prometo...

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Gran parte de esta historia es pura ficción, los nombres de los personajes (algunos) son reales y existen al igual que otros no, algunos acontecimientos o relatos no son reales, recordar estos datos al leer esta historia es importante, no confundan la realidad con la ficción.