002.

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Era una semana antes de la gala de Nick, la octava vez en doce días que Niall necesitaba alguien que fuera por él a un bar de mala muerte, doscientas ochenta libras que Harry había prestado a Zayn, las cuales sabía que nunca tendría de regreso, una semana desde la última vez que había visto a Lux, cuatro días enteros desde que le había prestado su iPod a Tom y se lo había regresado descompuesto y Harry entraba a clase con bolsas bajo sus ojos y un par de labios resecos.
Mientras Harry tomaba asiento, un rasposo susurro vino por detrás de él, aire tibio golpeando contra su cuello, "hoy llegaste más tarde de lo normal."
Es Louis.
Siempre es Louis. Louis quien se burla cuando Harry se tropieza. Louis quien arroja estúpidos pequeños trozos de papel a su cabello durante la clase. Louis quien nunca le dice Harry, solo Harold. Louis quien golpea la parte trasera de su silla y le sonríe brillantemente cuando él se voltea para decirle que se detenga. Louis quien es adinerado, atlético y un perfecto imbécil. Louis a quien Harry desprecia.
"Harry, amigo, luces exhausto." Esta vez es Liam, quien nunca pregunta por nada, excepto tal vez por su alma.
Harry encoje sus hombros, "Niall necesitaba que lo llevara a casa. Estaba ebrio de nuevo."
Liam frunce el ceño, "Eso no suena bien, amigo."
Y es así casi siempre. Todos simpatizan con Harry, pero nunca intentan ayudarlo. Ni siquiera Liam que parece estar hecho de actos caritativos. Y eso está bien la mayoría de las veces, pero tal vez Harry está un poco cansado de ser el único que recoge a Niall de los bares o el único que se salta el almuerzo porque le dio su dinero a Zayn.
Mientras la clase está comenzando, Harry piensa que escucha a Louis murmurar "Qué demonios, es la octava vez este mes." Pero lo deja pasar, porque ¿qué podría Louis saber sobre Harry?

Hold On -Larry StylinsonWhere stories live. Discover now