Danger [Jimin-BTS]

Capitulo 10. Ella.

POV Hoseok

Después de abrazarla una corriente de aire frio recorrió todo mi cuerpo, me sentía estúpido y miserable, ¿Por qué no podía simplemente darse cuenta que ella lo es todo para mí?, desde que la conocí me pareció la chica más increíble en el mundo, su sonrisa curaba mis días miserables, ella era tan indefensa ante mis ojos, siempre me causaba risa su intento de rudeza, muy en el fondo sabía que ella solo pretendía y lo hacía demasiado bien, me dolía verla así ante esta situación, por una parte quería consolarla y decirle que todo estaría bien, pero sería algo errático por la otra decirle que me diera una oportunidad, cuando yo más que nadie sabía perfectamente que su corazón no me pertenecía, salí de su casa algo apresurado, recibí un texto de Suga preguntando cuando volvería al taller, tomé un taxi, no contaba con mucho dinero pero ya vería que hacer, llegue en 45 minutos gracias al tráfico, me baje y me acerque a Suga con su enorme cara de fastidio.

-Al fin llegas idiota.

-¿Tendrás 10 dólares que me prestes?

-¡¿Qué?!

-Por favor, estoy corto de presupuesto.

-Pídeselos a tu novia millonaria.

-Suga... vamos.

Me dedico un dejo de fastidio y saco de su cartera los 10 dólares, me acerque al taxista y se los di, volví con mi amigo.

-Me debes una grande.

-Lo sé, discúlpame por no llegar anoche.

-Me imagine que despertarías empiernado de tu noviecita.

-No me hables de ella.

-¿Y eso?

-Me di cuenta de que debo dejarla ir.

-Ya era hora Hoseok, sabes estos 3 años me has hecho escucharte decir que es el amor de tu vida.

-Jamás ha dejado de serlo.

-¿Qué te dio?

-Desde que la conocí siento que debo protegerla.

-Tú mismo me has dicho que no es una chica fácil.

-No lo es, pero hay algo diferente en ella desde la última vez que la vi.

-¿La chica mala está siendo domada?

-Eso parece, lo peor de todo es que ella...

Fuimos interrumpidos pues una chica con aspecto de chica pudiente y presumida estaba frente a nosotros.

-¿Eres Hoseok?

Me sorprendí y asentí, Suga me miro pero no supe que decir, realmente no la conocía.

-¿Puedo hablar contigo un momento?

-Vamos adentro.

Abrí la puerta del taller y le ofrecí asiento en el sillón donde solía compartir mis noches con Nati, se sentó y pude observar un dejo de asco en su mirada.