El coche

9K 28 0
                                    

   Conducí, condució, conducimos hasta alejarnos de la carretera y poder evadirnos juntos. Con mi cantante favorita de fondo y ambos cantando aparcamos el coche en un sitio lejano a todo y en dirección en la que pudiésemos ver si algún coche venía.
   Me abrazó, hablamos, cantamos, nos sonreímos, somos prohibidos y a la vez tan cercanos...
   Buscó en la guantera (la cosa de esa para tapar los ojos mientras duermes), me quitó las gafas y me la/lo puso. Comenzó a desabotonar mi chaleco y masajeó todo mi tronco. Apartó el sujetador y comenzó a masajear mis senos, a pellizcar mis pezones, a absorberlos con la boca...
   Me levantó la espalda de sus piernas y me desabrochó el sujetador para permitirse el poder masajearme mejor y me volvió a tumbar.
   Yo a su lado era papel, él era muy robusto y fuerte y yo simplemente papel. Me movía con a penas un soplido de su aliento y mi "so payaso" si que me hacía temblar las piernas.
   Masajeó mi vientre, ese que tanto odio, pero que a él parecía encantarle; masajeó mi espalda para ver que no estuviese encogida ni incómoda sin tener que preguntármelo. Me mordía la oreja, cosa que me excitaba y cogió una de mis manos y la hizo adentrarse en mis bragas para que me masturbara. Todo era más intenso al no ver nada, de vez en cuando me besaba, cosa que, obviamente, no esperaba o acercaba a mis labios un con algo de saliva para que no se me secaran.
   Su mano se adentró en mis bragas, no sin antes desabotonar el pantalón. Jugó con mi clítoris, a veces me metía un dedo en la vagina pero nunca dejaba mi clítoris en paz. Me mordía los pezones y todo a la vez era tan placentero...
   Nos tiramos tiempo, bastante, lo suficiente como para que me diese tres orgasmos y yo a penas le había podido rozar el miembro bajo el pantalón.
   Decidida me incorporé cuanto fui a bajarle el pantalón, él hizo lo mismo, y mis bragas, y yo sus calzoncillos y le di placer hasta que su garganta fue ahogada por fuertes chillidos, sus manos tuvieron que abandonar mi cuerpo para agarrarse al asiento y mi boca quedó empapada por ese tan placentero acto...

EroWhere stories live. Discover now