Abraham estaba en medio de Betillo y Hollman, literal. Ni uno ni el otro le había soltado del todo.
Y Mich Taquito, desde atrás, grababa todo con una sonrisa enorme.
—Esto va directo al vlog —dijo—. Miren esas caritas de turistas enamorados.
—¡CÁLLATE! —respondieron los tres al mismo tiempo, haciendo que varios se rieran.
El ambiente era tan cómodo que parecía que habían sido amigos toda la vida.
“Prueba esto”
Se acercaron a un puesto de esquites y el señor preguntó:
—¿Con chile o sin chile?
Abraham abrió la boca para contestar, pero Hollman lo interrumpió:
—Dale con chile, pero poquito, porque si no llora.
—¿Yo lloro? —Abraham puso las manos en la cintura—. Hollman, por favor, te he visto sufrir con unas papitas picantes.
Betillo soltó una carcajada tan fuerte que casi bota la bolsa de churros que llevaba.
—No mientas, Hollman. Tú le echas limón a todo pa’ no sentir la vida.
—¿Quieres pelear? —Hollman le empujó el brazo.
—¿Quieres perder? —Betillo le respondió igual.
Mich grababa y reía.
Y Abraham… él solo miraba a los dos.
Ese tipo de miradas largas que uno nunca admite que hace.
Sus ojos brillaban entre diversión y un sentimiento que empezaba a crecer casi sin que se diera cuenta.
“Te ves feliz”
Mientras caminaban, Betillo se acercó un poquito más. No tocándolo, pero casi.
—Te ves feliz —le dijo de repente, sin quitar la vista del camino.
El corazón de Abraham dio ese saltito traicionero.
—¿Y tú cómo sabes? —intentó sonar normal, pero la voz le salió suave.
—Porque desde que llegaste no has dejado de sonreír —respondió Betillo, más serio de lo normal—. Eso… me gusta.
Abraham se congeló un microsegundo.
No porque fuera una confesión, sino porque Betillo no solía decir cosas así tan directo.
Hollman, desde el otro lado, interrumpió sin saber:
—¡A ver, a ver! Tomen una foto aquí, esta pared está bien bonita.
Él, como si nada, tomó la mano de Abraham para moverlo de lugar.
Y esa tontería de un segundo hizo que se le acelerara el corazón otra vez.
¿Betillo le acababa de decir que le gustaba verlo feliz?
¿Hollman le tomaba la mano como si fuera lo más normal del mundo?
Dios…
¿Cómo iba a sobrevivir a este viaje así?
La foto
Se acomodaron frente a la pared llena de grafitis.
Primero una foto normal del grupo.
—Ahora una solo de ustedes tres —pidió Mich con tono travieso.
Betillo y Hollman se pusieron a los lados de Abraham.
Muy cerquita.
Demasiado cerquita.
—Más juntos —dijo Mich.
Y Hollman apoyó su cabeza en el hombro de Abraham.
Betillo se inclinó hacia él con su típica sonrisa de guapo.
El flash sonó.
Y Abraham sintió cómo su estómago hacía un nudo perfecto.
—¿Listo? —preguntó Mich.
Abraham asintió, aunque no estaba listo para nada.
“No quiero que este día termine”
Continuaron caminando.
Hablaron, rieron, compraron cosas inútiles, hicieron tonterías para la cámara.
Pero llegó un momento en el que se separaron un poco de los demás.
Betillo iba adelante con Mich.
Monoaxaco estaba negociando con un señor por una gorra.
Y Abraham quedó a solas con Hollman, caminando despacio entre la gente.
—¿Te la estás pasando bien? —preguntó Hollman, mirando hacia arriba como si evitara verlo directo.
—Sí —respondió Abraham, respirando hondo—. Más de lo que pensé.
Hollman metió las manos en los bolsillos.
—Qué bueno… porque no quiero que este día termine todavía.
Y ahí sí.
Abraham sintió que el pecho le temblaba.
No había confesiones.
No había declaraciones.
Pero había algo.
Algo que empezaba a crecer entre los tres… aunque ninguno lo dijera.
----🫶🏼
No sé que decir😭
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offline con ustedes(/^-^(^ ^*)/ ( abrahaham x betillo x hollman)
Romance------- 🫶🏼 Todo comenzó como una simple coaboracion. Al principio, solo éramos amigos... pero cada noche, cada mensaje, cada "¿siguen despiertos?" empezó a sentirse diferente. Sin darnos cuenta, las miradas se hicieron más largas, las bromas más c...
