—Debo reconocerlo… —Bostecé nuevamente. —Eres muy fuerte…
—Oh… Eh… Gracias. —Respondió en un intento de desviar hacia algún lado la mirada, tal vez en un reflejo de vergüenza o rubor. —Ahora duerme, yo me encargo de continuar el viaje —Arrancó el Cadillac sacándolo de la orilla de la ruta. —Buenas… ¿Noches? ¿Días? No importa, ¡dulces sueños!
Al final, me dispuse en cerrar los ojos y descansar. Acomodé y eché mi cuerpo en el incómodo espacio de la butaca. Le di la espalda a Kira, procurando de evitar la luz del día que chocaba contra la fina capa de piel que cubrían mis ojos. El viaje sería largo, era un hecho, atravesar un país de este tamaño no se lograría en un día. Aún adormilado, me sorprende su actitud decidida.
Las horas pasaron desapercibidas, despertado y bien descansado, pero con un dolor de cuello insoportable y un brazo entumecido. Levanté mi cabeza del cuero rechinante que cubría el asiento. Sentado, hice tronar las articulaciones de mi cuello, liberando más estrés. Miré el parabrisas del Cadillac, encontrándome con la misma escena, solo que en su ocaso. Entre intentos, logré cruzarme al frente del auto; en el lugar donde había dormido la gata la noche anterior. Ella no se inmutó, hasta que intenté acomodarme y rozara, sin querer, mi cola en su brazo, provocándole cosquillas que le causaron una pequeña risa.
—Ten cuidado con eso. —Decía entre risas a lo que trataba en cubrirse de mi extremidad.
—Perdón, perdón. —Me disculpé ruborizado, apartando aquello que le perturbara.
—Descuida, por cierto, buenas tardes amargado. —Saludaba con ese característico tono alegre que solo ella lograba emitir.
—¿Hasta cuándo me seguirás llamando “Amargado”? —Consulté con fastidio.
Ella posó su mano en su barbilla, fingía estar pensando en lo que diría o, siquiera, considerarlo.
—Nunca. —Contestó con una maliciosa sonrisa que le generaba satisfacción o gracia, lo que provocó una leve frustración en mí. —Considero que no te queda mal ese sobrenombre. —Sonreía con seguridad y relajación. Yo solo bufé.
—Bien… ¿Qué hora es? —Consulté acostumbrado a la indiferencia en mi rostro, recostándome contra el espaldar, cruzándome de brazos.
—Deben ser las cinco de la tarde. —Divagó tratando de ser certera.
—¿Estuve dormido diez horas? —Volví a preguntar incrédulo.
—Supongo, no tengo idea. —Decía sin prestarle atención a ello. —¡Ah! Quería informarte que ya estamos por cruzar la frontera a Texas.
—¡¿Tan rápido?! —Le miré atónito, no me era factible lo que decía esa gata.
—Si vas a cien millas por hora, es más rápido. —Dijo con una sonrisa orgullosa de sí, pero yo la analizaba con detenimiento. Quería verificar de que no estaba lidiando con una maniática al volante.
—¡¿Cómo vas a estar yendo a más de ciento sesenta kilómetros por hora?! — Expresé juzgante de la clase de persona que era.
—No te preocupes, de todas formas, quiero encontrar lo más rápido una estación de servicio o algo parecido. —Decía con cierta prisa e incomodidad, se veía impaciente.
—¿Qué? ¿Falta combustible? —Indagué no muy intuitivo.
—No, no, en realidad me urge ir al baño. —Respondió con una sonrisa avergonzada.
—Oh… tiene más lógica. —Me dije a mi mismo. —Pero si en diez horas no has encontrado nada, tal vez estemos cerca de una ciudad a unos kilómetros. —Comenté, analizando la situación.
KAMU SEDANG MEMBACA
Programmer Code by DefsonicWTP
AcakUn lobo, con una vida monótona y amargada, se verá involucrado en una misión para salvar el destino de su mundo. Sin otra opción, envuelto en conspiracion y misterio, mientras ese viaje lo hace revolver en su pasado, en los traumas de su niñez y el...
Chapter-7 [Escape]
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