El frío intensificó su presencia. Cada minuto que nos quedáramos allí sería perjudicial para nosotros. Por ese motivo, comencé a arrastrar al lobo hasta el ascensor. Por suerte, no era tan pesado de lo que creía. Traté de ser lo más cuidadosamente posible para que no se golpeara o despertara. Una vez en su departamento, intenté hacer lo imposible para levantarlo del suelo y subirlo al colchón. Lo que fue un poco complicado, algo que destacar de él es su sueño pesado, lo di vuelta al menos dos veces y él ni se inmutó. Después de hacer malabares con su cuerpo, lo arropé y… listo. Me quedé unos instantes observándolo, me crucé de brazos confundida y con un atisbo de preocupación, hasta que reaccioné y despegué mis ojos de él. Por curiosidad, me di un tour por su departamento. No creo que se moleste, al fin y al cabo, no se enteraría.
No tenía mucho que explorar, el lobo era muy minimalista. Tenía lo justo y necesario para subsistir; no tenía adornos, los muebles eran rústicos y deprimentes. Lo que me sorprendía era su gran biblioteca, unas estanterías repletas de libros de todos los tamaños y colores. Ordenados alfabéticamente. Elegí uno y lo abrí, solo para darme cuenta que no entendería lo que decía. Estaba en otro idioma. Elegí otro, tal vez era el único, sin embargo, fue la misma historia.
Al dejar el último libro, algo cayó de él. Me agaché para levantarlo. Parecía un trozo de papel muy desgastado, como si el tiempo hubiera hecho su trabajo en él. Al desdoblarlo, me enteré de que se trataba de una imagen, una fotografía vieja. En la foto posaba una mujer, una loba de pelaje casi blanco, de jeans y de pulóver verde. Se veía hermosa, con una sonrisa cálida. Sentada en una fuente de agua en un parque. A su lado, había un niño haciendo una mueca muy graciosa que me hizo soltar una pequeña risa. Observé las facciones del niño, dándome cuenta que tenía un gran parentesco al lobo que acababa de arrastrar. Un momento… ¡Es él! ¡Es Dexter de niño!¡Y era adorable! Luego intuí que la mujer que sale junto a él es su madre, esbocé una sonrisa por lo tierno que se veía. ¿Cómo podía ser tan amargado ese hombre ahora? Sin embargo, cuando moví de lugar uno de mis dedos, salió a la luz una mancha roja, esto se robó mi atención, alarmándome. —¿Acaso será… sangre? —Era una gota seca, que parece haber permanecido allí por mucho tiempo. Comenzaba a tener ideas de lo que pudo haberle pasado: la herida, la sangre seca, solo espero estar equivocada, ya pensándolo se me erizaba la cola.
Dejé de mirar la imagen y la olvidé donde la había encontrado. En silencio, apagué las luces y fui hasta mi departamento. En mi cama, pensé. Tal vez necesite ayuda, quizás esa personalidad que tiene sea provocada por un evento pasado, una marca. Quizá lo forcé mucho sin siquiera intentar ser más comprensiva. Si… tal vez… me duerma un rato.
Eran las siete de la mañana. Desperté satisfactoriamente descansado, bostecé y liberé estrés que quedara del día anterior. Y, sin más opciones, empecé el día. Olvidé la comodidad de la cama, me vestí y luego preparé algo para el desayuno que ayer no pude satisfacer. Pasada una hora, bajé al primer piso encontrándome con ese insoportable ser. Suspiré en queja. Será un largo día.
La chica me vio, era inevitable que lo hiciera. Se acercó, saludando con una sonrisa leve, en un dejo de timidez. Me preguntaba sobre mi estado, cómo me sentía y si dormí bien anoche. La forma de actuar preocupada de la gata me generaba mucha incomodidad. ¿Por qué estaba haciendo eso? ¿Ya se volvió más loca de lo que era? No lo sabré, al menos no por ahora, pero estoy seguro de algo: es muy rara.
Llegamos, una vez más, al Pentágono. Con suerte, mañana ya estaré de regreso a España. Y tendré que recuperar los días perdidos de trabajo. Suspiré. Espero que no me descuenten el sueldo. Aparté aquello de lado, habíamos estado trabajando en la sala de monitoreo desde la mañana templada. Como nos indicó el jefe del departamento de defensa el día anterior, me encontraba preparando todo para poder detectar la transmisión al instante, al igual que la gata, quien trabajaba en su propia pantalla. Esta última me observaba de vez en cuando, parecía estar encima mío mientras vigilaba todo lo que hiciera, cual búho cazaba su presa. Era algo muy agobiante, incómodo, pero no le di importancia. Después de ayer, sabía perfectamente con qué clase de persona estaba lidiando.
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Programmer Code by DefsonicWTP
RandomUn lobo, con una vida monótona y amargada, se verá involucrado en una misión para salvar el destino de su mundo. Sin otra opción, envuelto en conspiracion y misterio, mientras ese viaje lo hace revolver en su pasado, en los traumas de su niñez y el...
Chapter-5 [Fail]
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