Capítulo 19: Elizabeth Bennet.

948 95 14
                                    

Dedicado a MalejaSuarez4

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dedicado a MalejaSuarez4

En el instante en que me materializó en casa de Mark, el peso de mis acciones cae sobre mí con brutalidad. Aunque sé que he de irme de aquí lo antes posible, no puedo evitar tomar al menos un instante para evaluar las repercusiones de lo que ha sucedido. Con manos temblorosas continuó sujetando el libro de las sombras, por el que he acabado entregando más de lo que jamás hubiera imaginado, mientras mi escuálida figura manchada de hollín demuestra en cierto modo el difícil camino que he atravesado para regresar a mi hogar.

Pero ni siquiera aquí estoy segura ya, pues mientras la adrenalina pulula por mi sistema a toda velocidad, flashes de lo sucedido en la biblioteca regresan dibujando una escena que parece más propia de la ficción. Actúe con plena consciencia, pero ahora el instinto de preservación que no elude ni siquiera a los ángeles, se hace cargo obligándome a permanecer atenta a cualquier mínima señal de peligro.

Incluso pese al conocimiento de que la casa se halla desierta, ya que Mark ha de encontrarse aún en Elis junto con Carmen y Alex, desconocedor de las últimas hazañas de su sobrina en Anfor, me pongo en marcha temerosa de que alguien aparezca por sorpresa. Así que encaminándome al armario tomó una sencilla mochila donde introduzco algo de ropa, productos de aseo y lo más importante, el libro. Es evidente que no es el lugar más indicado para proteger un objeto de tanto valor, pero hasta examinar cada una de sus páginas no pienso devolverlo a Anfor, independientemente del castigo que acarree mi desobediencia.

Cuando abandonó la casa para sumergirme en las profundidades de Manhattan con una simple sudadera en contra del gélido frío nocturno, camino sin rumbo buscando en realidad algo de tiempo a fin de reorganizar mis pensamientos. El arcángel ha de estar organizando a miles de guerreros para buscarme y a pesar de las evidentes muestras de mi presencia en casa, solo con eso no podrán averiguar qué rumbo he tomado. Así que debo aprovechar esa ventaja encontrando un lugar que ellos desconozcan y que sea seguro de los demonios, pero es algo más complejo de lo que parece.

Revisando los contactos del móvil concluyo que solo dispongo de un aliado útil en esta situación, pero al cual soy reticente de poner en peligro con tanta ligereza. Para más inri una fuerte tormenta comienza a agitar los cielos aportándome aún más desesperación de la que siento, y mientras me estremezco de frío en medio de una desierta parada de autobús bajo la lluvia torrencial, marco el número de mi salvador maldiciendo el tener que hacerle pasar por esto.

—Diga —escucho al otro lado de la línea, captando el tono pastoso de su voz, ya que a estas horas de la madrugada he de haber interrumpido su descanso.

—Brian soy Jessica, de verdad lamento llamarte tan tarde, pero... —digo tratando de modular mi voz para no preocuparle demasiado, no obstante soy incapaz de continuar al saber que con mi petición estaré poniéndole en riesgo.

—No hay problema ¿Estás bien? —pregunta ya desperezado al percatarse de mi desatinada actitud, haciendo uso de un tono más claro y frases cortas, con la esperanza de vislumbrar mejor que está sucediendo—. Jessica ¿Necesitas ayuda? —reitera al no escuchar respuesta alguna.

Light - Saga ángeles y demonios I.Where stories live. Discover now