Off Script

<Capitulo 5>

—No puede ser... —murmuré con los ojos abiertos.

Agarré el celular, que había dejado cargando desde el medio día, y vi la notificación de Malachi.
Un solo mensaje:

Malachi Barton: Estoy en el café de siempre, por si al final te animas ☕️

Lo había mandado hacía casi dos horas.

Sentí ese golpecito incómodo en el pecho, una mezcla entre pena y risa nerviosa.

No era que tuviera que ir, ni nada... pero igual me dio vergüenza.

Había sonado tan tranquilo, tan él, y yo simplemente lo ignoré por andar jugando a la ama de casa.

Pensé en responderle algo tipo "Ay, perdón, recién veo esto 😭", pero ya era muy tarde.

A estas horas seguro ya ni estaba ahí.

Suspiré y bloqueé la pantalla.

—Qué vergüenza, Lumi —me dije a mí misma.

Me recosté en el sofá con el celular en la mano, mirando el mensaje una última vez.

Después abrí TikTok, intentando distraerme, aunque cada tanto mi mente regresaba a esa notificación pendiente.

No respondí.
No porque no quisiera, sino porque no sabía qué decir.

El ensayo de hoy fue pesado.

Horas repitiendo la misma coreografía, cambios de posiciones, correcciones de voz.

Cuando por fin dijeron "descansen", yo solo pensaba en una cosa: arreglar mi metida de pata con Malachi.

Había pasado todo el día libre sin responderle.

Y sí, podía fingir que no importaba, pero cada vez que lo veía reírse con los demás, sentía ese pequeño pinchazo de culpa.

Así que esta mañana, antes de salir, preparé mi plan de redención: panqueques.

Mi especialidad.

Esperé a que terminara de hablar con Casey y Ava, respiré hondo y caminé hacia él con el tupper en las manos.

—Hey, Barton —lo saludé, usando su apellido para parecer tranquila—. Te traje algo.

Él me miró, arqueando una ceja con una sonrisa apenas contenida.

—¿Panqueques? —preguntó, asomándose un poco.

—Sí. Caseros —respondí—. Una forma de pedirte perdón... primero por no haber ido al almuerzo y, segundo, por no responderte.

Se cruzó de brazos fingiendo indignación.

—Ah, o sea que lo reconoces. Me dejaste plantado y en visto —dijo, con ese tono entre broma y pique que solo él puede usar.