<Capitulo 2>

142 11 2
                                        

Pov Lumi

La cena fue mucho más divertida de lo que imaginaba.
Entre las bromas de Casey y las historias de Hudson, todo se sintió natural, como si nos conociéramos desde hace tiempo.
Era raro pensar que en unos días íbamos a estar cantando, bailando y fingiendo ser un grupo de campistas en Camp Rock 3.

Liamani y yo hablábamos sin parar, sobre el vestuario, las escenas, los Jonas... todo.

Y por momentos me olvidé completamente de que Malachi estaba justo al frente.

Casi.

Porque cada vez que levantaba la vista, ahí estaba él.

Sonriendo, hablando con Orlando, riéndose de algo que dijo Ava.
Y a veces, sin razón aparente, su mirada se cruzaba con la mía.

No sé por qué lo noté, ni por qué me quedé pensando en eso.

Cuando Nathaniel me llamó, sentí alivio.

Era lindo hablar con alguien de Electric Bloom, mi otra familia. Nate siempre fue así: atento, cariñoso, como un hermano mayor.

A veces los fans inventaban cosas entre nosotros, pero lo nuestro nunca pasó de una buena amistad.

Sin embargo, cuando colgué la llamada, me pareció que Malachi me observaba con cierta curiosidad.

O tal vez lo imaginé.

Él siempre había sido amable, bromista, con esa confianza que hacía que todos lo siguieran sin pensarlo dos veces.

A mí me caía bien. Era fácil hablar con él, reírse con él.

Y si antes había tenido un mini crush cuando tenía trece, eso ya era historia.

Ahora lo veía simplemente como un amigo... o bueno, como un compañero con el que sería divertido trabajar.

—¿Lista? —preguntó Liamani, sacándome de mis pensamientos.

—Sí, vámonos —le respondí, agradeciendo mentalmente la distracción.

El camino de regreso fue tranquilo, entre canciones y risas.

Cuando llegamos al apartamento, el silencio nos envolvió de inmediato.

—Fue un gran primer día, ¿no? —dijo Liamani, tirándose en el sofá.

—Sí, totalmente —sonreí—. Creo que nos espera algo increíble.

Nos despedimos con un "buenas noches" y fui a mi habitación.
Me cambié, apagué la luz y me dejé caer en la cama.

Pensé en todo lo que había pasado, en la locura que apenas estaba empezando...
y, sin querer, mi mente volvió a Malachi.

No porque me gustara, no.
Solo... porque me parecía curioso lo mucho que había cambiado.
Más maduro, más seguro, más él.

Suspiré y cerré los ojos, sonriendo apenas.

Solo era eso: curiosidad.

O al menos, eso quería creer.

Revisé el celular antes de dejarlo a un lado: tenía menciones del cast, historias compartidas.

Sonreí.
Hace unos meses lo veía desde lejos, como parte de un mundo que parecía inalcanzable, y ahora compartíamos proyecto. No era más que eso: coincidencia, trabajo, realidad.

Subí una foto con Liamani del restaurante y escribí:

Subí una foto con Liamani del restaurante y escribí:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Off ScriptWhere stories live. Discover now