Capítulo 12

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Había una importante junta a la cual Inglaterra debía asistir, más que nada eran simples formalidades, tenía planeado asistir a la fiesta y luego simplemente marcharse, en realidad lo que quería hacer era comenzar a progresar en sus investigaciones,  Arthur estaba en busca de respuestas, pero ahora lo único que tenía eran preguntas.


Mientras todos se arreglaban y preparaban, Arthur estaba en su habitación, cuidadosamente comenzó a quitarse la camisa, en la parte inferior de su costilla derecha había una cicatriz, honestamente nunca se había percatado de su presencia, era algo que simplemente lo había notado al mirarse al espejo. Se dio la vuelta para mirar su espalda, esta tenia algunas cicatrices menores que ya casi no se veían, pero había solo una que le llamaba la atención, era una cicatriz desde hace antes del accidente, se veía más profunda que las demás, lo que le causo unas pequeñas sospechas al recordar las manchas de sangre en la alfombra y en la daga, tenía sus sospechas al respecto, escuchó los pasos de alguien que subía las escaleras, así que rápidamente se comenzó a vestir con su traje.


Cuando finalmente ya estaba listo, escuchó que alguien tocaba la puerta, abrió la puerta y rápidamente la cerró tras el.


- A-Arthur, ¿ya estas listo? - 


Arthur simplemente asintió antes de bajar las escaleras, necesitaba aclarar que clase de sentimientos sentía por Alfred, le daba rabia sentirse de aquella forma hacia él, sentía que aquellos sentimientos no le pertenecían, la persona que había sido antes, la persona de la cual ya no había ningún rastro, muchas veces quiso simplemente mandar todo al diablo, muchas veces quiso ir y decirle todo lo que sentía a Alfred, pero su subconsciente le decía que ninguna de estas opciones era la mejor para el, necesitaba ser fuerte, necesitaba descubrir que estaba sucediendo, necesitaba descubrir todo.

Arthur una vez que ya estuvo abajo, se subió rápidamente a el auto, donde se irían juntos hasta la fiesta, Francia y Canadá se iban adelante, y Alfred y Arthur se iban atrás, el par de adelante iban tan animados conversando entre ellos que olvidaron por completo que estaban junto a Arthur y Alfred.


Alfred se acercó rápidamente y depositó un beso fugaz en sus labios, se acercó a su oído y le susurró :


-Te ves tan atractivo que no se si pueda contenerme de hacerte mio - 


Arthur se sonrojó y miró hacia la ventana, sus latidos se habían acelerado más de lo que el hubiese querido, Alfred tenía una extraña manera de decir sus sentimientos, más bien decía muchas cosas impertinentes, cosas que le hacían sentir más nervioso que lo normal. Mientras los de adelante ni se molestaban en mirar atrás.


Arthur se mantuvo mirando hacia la ventana todo el trayecto, la verdad es que no se atrevía a mirarle, la mirada de Alfred estaba fija en Arthur, esto le hacía sentir más que nervioso.


Cuando finalmente llegaron a la fiesta ya habían bastantes personas en el salón, algunos en las mesas bebiendo, o otros simplemente conversando, antes de que entraran Francis se acercó a Inglaterra y le susurró suavemente el el oído.


-Esta vez yo me encargare,así que ve a sentarte por ahí, ¿te parece? - le dijo intentando ser gentil, había que tratar algunas situaciones privadas que solo Inglaterra y Francia tenían el conocimiento, y desde que Arthur había perdido la memoria Francia tenía que hacerse cargo de este asunto.


Arthur simplemente asintió y se fue a sentar a una mesa que estaba completamente vacía en el final del salón, Alfred estaba atendiendo asuntos y pasándola bien con otras personas, Matthew se le acercó con una sonrisa tímida -¿Me puedo sentar junto a ti? - le preguntó gentilmente.


Arthur comúnmente, simplemente asintió y le indico la silla más cercana a el, la verdad es que estaba bastante aburrido, pero no podía solo ir y marcharse, pues venía con los demás, seguía pensando que esta clase de eventos eran simple hipocresía, y le hacían sentir inútil por completo.


- ¿A-Arthur?...¿estas bien? - Le pregunto con un leve tono de preocupación en su suave voz, no estaba seguro de que Arthur estuviese bien, sentía que muchas cosas en el habían cambiado, sentía que todo lo que alguna vez había conocido de Inglaterra ahora era todo una mentira,se sentía triste y sin ninguna esperanza de que pudiese recordar algo, pero la verdad es que en cierta parte le favorecía bastante, y tenía sus propias sospechas, sospechaba de que Arthur no había perdido la memoria en el accidente, había algo más, algo más aún, algo enterrado en lo más profundo de su corazón, cuanto dolor había recibido aquel corazón...teniendo que vivir tantas veces la traición...las mentiras, cuantas cosas había sufrido...


Inglaterra solo le sonrió con tristeza y asintió, tenía miedo de jamás volver a recordar quien era, o quien alguna vez fue, tenia miedo de jamás poder pertenecer y aún mas que nada, tenía miedo de morir, mientras estaba perdido en sus pensamientos, Rusia se había acercado a Canadá.


- ¿Me puedes dar el asiento por favor, tengo que hablar un momento con Inglaterra de algo privado y muy importante - Le dijo con su sonrisa habitual, Canadá se levantó con un poco de preocupación, ¿Que clase de cosa tenían que hablar en privado?


- Arthur...Ha pasado bastante tiempo desde que hablamos por ultima vez - Le dijo con su amable voz mientras se sentaba junto a el.


Inglaterra le miró con una sonrisa, la verdad es que le relajaba bastante habar con Ivan, aunque había algo de el que no le daba total seguridad. Recostó su cabeza en la muralla con una sonrisa que aún estaba formada en sus labios.


- Tengo...una pregunta...¿Alfred tiene idea de la propuesta que te hice?, ¿o no? - Le preguntó con un tono más serio, Ivan sentía que ahora que Arthur había perdido sus memorias tenía una oportunidad, Todo eso había comenzado como algo personal en contra de América, Quería quitarle lo que más quería, esto no era el dinero, o el poder, era Inglaterra, el era lo más preciado para Alfred, quería herirle en lo más intimo y secreto, en su punto débil.


Inglaterra comenzó a escribir en sus notas tranquilamente, justo antes de mostrársela, tomo un tenedor y probó unos aperitivos que había sobre la mesa, con el tenedor aún en sus manos le entregó la nota a Ivan.


"Estoy seguro de que el no sabía eso."


Esta vez, la sonrisa de Inglaterra era dedicada a Alfred, que estaba detrás de Ivan, siempre estuvo ahí, escuchando la conversación.



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...Lamento mucho no poder actualizar pero de verdad que estoy muy ocupada con mis estudios y mi trabajo, es fin de año y estoy llena de exámenes u v u, les prometo escribir más seguido una vez que ya esté terminada la fecha de pruebas, volveré a escribir con más frecuencia, lo juro, ¡eso sería todo y espero que les haya gustado el capitulo!


Silencer. (UsUk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora