꧁ Demon • Haobin ꧂

꧁ 11 ꧂

Ni siquiera pudo darle un entierro digno.

Lo dejó ahí… sobre un montón de tierra áspera, junto a un edificio abandonado, porque no sabía qué más hacer. Se quedó toda la noche sentado frente a ella toda la noche en el suelo frío, con las manos vacías y el pecho ardiendo. Miraba la tierra como si Houyi pudiera levantarse, sacudirse la tierra y volver a lamerle las lágrimas como siempre hacía.

Pero no.
Ya no estaba.

Y al mismo tiempo no podía despedirse así nada más.
Simplemente no podía aceptarlo.

No cuando lo vio caer justo frente a él.
No cuando gritó su nombre con la voz rota y las piernas temblando.
No cuando lo sostuvo en sus brazos, tibio todavía, mientras la vida se le escapaba gota a gota, sin que pudiera hacer nada.

Todo porque Houyi se atrevió a amarlo más que a su propia vida.

Porque se lanzó contra quien venía a hacerle daño sin dudar.
Porque ni siquiera entendía el peligro. Solo sabía que él estaba asustado… y eso fue suficiente.

Murió por él.

Un cachorro.
Su pequeño cachorro.
Tan valiente. Tan inocente. Tan injustamente arrebatado.

Y él… él no lo protegió.
Debería haber sido al revés.

Se odiaba por eso. Por haber estado ahí, por haber gritado su nombre, pero demasiado tarde como para evitar esa tragedia. Por no haberle dado más tiempo, más días, más juegos, más amor.

Ojalá hubiera sabido que ese día sería el último.
Ojalá lo hubiera abrazado más fuerte esa mañana.
Ojalá le hubiera dicho cuánto lo amaba.
Ojalá no hubiera tenido que aprender lo que significa perderlo de esa forma.

"¿Fue mi culpa?" —le retumbaba en el pecho como una campana rota.

Si hubiera hecho algo distinto… si no hubiera ido a trabajar ese día... si no hubiera estado ahí…
Tal vez Houyi aún estaría ladrando y moviendo su cola cada vez que llegaba a la casa.
Tal vez aún estaría dormido a sus pies ahora mismo.
Tal vez estaría buscando caricias en su regazo.

Tal vez...

Pero el universo no tenía ese tal vez.

Sólo un cuerpo escondido entre un montón de tierra que unos días más se terminará uniendo a ella.

Mi Houyi...

Daría lo que fuera... daría lo que fuera porque siguieras aquí conmigo...

Y esta vez, lo decía en serio.

...

Hanbin volvió a caer contra el concreto, duro como siempre. Ya se había acostumbrado a el y más a las palabras de su padre que estaban próximas a un regaño por haber acabado con la vida de un humano.

—Antes de que empieces a hablar, ese tipo era un enfermo. ¡Le quería hacer daño a Hao! Yo no podía soportar eso. ¡Que lo hagan con cualquier humano menos con él!

—Debo felicitar tu determinación —dijo el rey con voz fría y seca

—¿No estás enojado de que haya matado a ese humano?

—No te adelantes a los hechos, Hanbin. Ese humano eventualmente iba a morir, pero tu te adelantaste a eso y lo asesinaste. Claro que pagarás las consecuencias.

—Lo suponía... —bufó

—Sin embargo, te felicito. ¡Lograste asesinarlo! ¡Cumpliste con lo que dijiste y en tiempo récord! —reía dramáticamente maravillado