Capitulo 10

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Camila, cuando le vio acercarse al acantilado, le gritaba Lauren espérame, y cuando la vio saltar no pudo ni gritar, fue tal el susto que sentía desmayarse, que su mente se nublaba llenándose de color gris, y sin poder ni querer aguantar salían lágrimas copiosas y rodaban por su rostro.

Camila: No quiero perderla, no me la quites señor, yo la amo.

En eso llegaba el padre de Lauren, y al ver Camila arrodillada en el suelo, sin fuerzas, la tomó de los hombros y le dijo

Mike: Lauren ha usado ese acantilado por vida para lanzarse, no pasara nada.

Camila lloraba inconsolable en brazos de su suegro. Quien le dijo.

Mike: Señorita Cabello, usted ama a mi hija? Las veces que las he visto, las encuentro en las peores circunstancias, y conozco a mi hija y se lo terca que es, quizás la está obligando algo que usted no quiere porque ella le ama. Si usted no le ama, es mejor que se lo diga y le aseguró que nada le pasará a usted, porque sé que Lauren le amenaza con llevarle a la ley, si usted decide que quiere ser libre. Si usted desea suspender esos términos legales, los cuales no creo que existan de matrimonio gay en este país, le aseguro que puede usted partir sin problemas.

En eso aparece Lauren por el sendero corriendo húmeda del baño en el mar, y al escuchar a su padre le dijo.

Lauren: Estas equivocado padre, Esa mujer es mía y no se va de mi lado, así lo desee y ya se lo he dicho. Camila Cabello ámame a las buenas o a las malas, porque no te iras de mi lado - y pasó de largo para sacarse el agua del mar.

Camila se sonreía de verla toda altiva y mandando. Pero estaba preocupada también de la foto que había visto, y la actitud de agresión que había asumido Lauren para desviar la cuestión.

Camila: Conoce usted alguna amiga de Lauren, que pueda ser su novia.

Mike: Jajaja, me vas a poner a mí a decir lo que Lauren no quiere decirte?

Camila: Luego, si hay algo que decir.- dijo triste Camila.

Mike: Camila fue casi un año separadas, ella estuvo todo el tiempo en terapias física para recuperar la movilidad de sus piernas, a veces la visitaba una amiga del colegio. Lauren termino su año escolar más en el hospital que en el colegio.

Camila: Esa es una parte que aún no conozco. Tal vez mis miedos no son solo de perderla sino también de la autoridad, Señor me da usted permiso de ser la esposa de Lauren?

Mike: Jajajaa, tarde, pero tienes todo el permiso solo de hacer feliz a mi hija, sino puedes mejor déjala, así ella patalee.

Camila: Si la haré feliz, retornare en ella toda esa felicidad que me da, pero antes tendrá que decirme porque esa chica de la foto la está besando - y salió también de mal genio a enfrentar a Lauren.

Camila no sabía si atender a Mike o ir donde Lauren, y él vio su indecisión y le dijo:

Mike: Señorita vaya con Lauren, pero estaré esperando porque necesito conversar con ustedes. Vaya, vaya- dijo con movimiento en su cabeza y en su rostro incredulidad.

Camila: Gracias Don Mike - se empinó y le dio un besito en la mejilla, con ese gesto ya se había ganado a Mike Jauregui, a quien le fascinaba que le consintieran, por eso su hija tenía un enorme poder sobre él. Y Mike se sonrió con esperanza que su hija estuviera en buenas manos.

Camila llegó a su habitación, molesta más por el susto que Lauren le había dado al lanzarse a la mar, sabia por ese susto, que no quería perder a Lauren, que la quería en su vida, y la quería viva, para enfrentar lo que la vida les diera a vivir. Las fotos? Si le seguían o empezaban a mortificarle, pero había que esperar la explicación de Lauren, ¿por qué siendo su esposa, esa chica compañera de colegio le estaba besando? Pero lo que más le disgustaba era la actitud de Lauren de negarse a explicarle.

Esa mujer Es Mía - CamrenWo Geschichten leben. Entdecke jetzt