Posdata

2

—Los salones están ordenados por años, de primero a cuarto y por orden alfabético, asi que básicamente vas al cuarto salón del primer piso —me explicó con una leve sonrisa que dibujó un hoyuelo en su mejilla —Nosotros vamos a 2do- A.

—Eso, por si necesitas algo, nos buscas ahí. —agregó Jake como una oferta indirecta de amistad.

—Se los agradezco.

—Olvídalo, ya nos lo puedes agradecer visitando el gimnasio hoy —volvió a insitir y yo me reí, porque de alguna forma el ambiente se sentía relajado alrededor de ellos.

—Creo que me voy a saltar la primera clase, me duele el estómago —le dijo Jungwon a Jake.

—¿De verdad te duele el estómago o es una justificación para ir a la enfermería? —pasó un brazo sobre su hombro fraternalmente.

—Es que ya sabes como es Sunoo, estará llorando —su cara era un poema de preocupación y mis sentidos se activaron al escuchar el nombre.

—¿Sunoo? —pregunté como quien no quiere la cosa —¿El rubio que estuvo haciendo saltos de rana en la madrugada?

—Ese, es primo de Jungwon, se criaron como hermanitos —contestó —El pobre, no me extraña que haya comenzado a trabajar en la enfermería para poder saltarse las clases de preparación física.

—No fue esa la razón. —le dijo su amigo.

—¿Entonces? —alterné la vista entre los dos para no dejar escapar detalle.

—¿Te acuerdas de esa chica que trabajaba en la enfermería?

—¿Una chica? Pero si Sunoo es de lo mas gay —se rió.

—¡Eran amigos animal! —replica Jungwon y le da un golpe en el brazo.

—¡Ah mierda! ¡Eso dolió! Entonces Sunoo la pasaría muy mal después de que... Bueno, de lo que sucedió a ella —la frase me heló la sangre. ¿Lo que le sucedió a ella habia dicho? Reuní valor para preguntar más porque algo en mi interior me decía que "Ella" era...

—¿Qué le sucedió? —traté de tragar el nudo que se había formado en mi garganta, cuando un escalofrío se formó en la boca de mi estómago.

—Al parecer desapareció en el bosque el curso pasado.

—No sería la primera vez que pasa según me dijeron Jake. Es que nunca se debe salir solo a ese bosque, menos de noche —negó con pesar, yo metí mis manos en los bolsillos, porque temblaban, no por el frío, sino porque esa chica de la que hablaban...—Pobrecita...

—¿Cómo era su nombre Jungwon?

—Park Jiwon —era mi hermana...

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La curiosidad me pudo y en la sesión de la tarde, fingí tener mal de estómago también, para que la profesora me mandara directo a la enfermería. Lo bueno de esa excusa es que, psicológicamente hablado, si le mientes a alguien diciendo que tienes estreñimiento, esa persona no va a cuestionar tu coartada debido a lo vergonzoso de la situación. Así que ya en la enfermería comencé a fingir mas síntomas delante de la enfermera, haciéndome el moribundo, con la esperanza de que me mandara a una de las camas a descansar. Y lo logré, pero después de tomar un jarabe para el malestar que sabía a lo que se llevó el diablo, porque me negué al laxante alegando alergias inventadas.

La cortina estaba echada alrededor de la cama y yo observaba el techo amaderado, buscando figuras en las espirales que se formaban en él; como hacía muchas veces, me quedaba mirando a la nada, sin pensar en algo en concreto. Era un don para disociar. Cuando sentí el sonido de la puerta al abrirse volví a centrar mi atención en la realidad.