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Sunghoon:
Elegí un sitio para desayunar que no estuviera demasiado apartado, porque no quería dar una imagen de inaccesibilidad, no era conveniente. Necesitaba escalar rápido y mantener una actitud introvertida no era la mejor arma para lograrlo.
Le di una mordida al pan, aprovechando el instante, para analizar nuevamente la situación, a partir de los nuevos datos que había recopilado. Porque el más mínimo detalle podía ser parte de una pieza importante en el puzzle.
Para empezar, las normas estaban perfectamente claras, sin margen de error, no había ningún evento en el internado que se saliera del esquema establecido, al menos aparentemente.
Supe que si estudiaba esos horario, si mantenía un régimen de vigilancia estricto a las figuras de importancia, por ejemplo al portero; entonces encontraría las brechas de vulnerabilidad en la seguridad y disciplina, lo que me daría ideas para desarrollar teorías sobre la desaparición de Bunny y a partir de ahí, un plan más complejo que el que compartía con Mei.
Siendo sincero conmigo mismo, desearía no haberla traído a este lugar. Mi hermana no estaba hecha para los entoronos dónde debía cumplir órdenes constantemente; yo sabía que tarde o temprano, se metería en problemas, comprometiendo el plan inicial. Por esta razón iba a dejarla fuera, sin que se diera cuenta, poco a poco, aunque no estaba seguro de si ella lo permitiría, puesto que nunca había podido menospreciar su inteligencia.
Mientras tomaba el desayuno, mi mente procesaba puntos que necesitaría anotar más tarde. Se podría decir que me encontraba entretenido cuando mi hermana agarró el yogurt de mi bandeja. No era para ella, eso estaba claro, porque Mei nunca tomaba mis cosas y cuando me lanzó un beso me quedé negando con la cabeza. (Esto va a ser bien difícil) me dije a mi mismo, mirándola alejarse. Aunque su andar carecía de la seguridad que tuvo tiempo atrás, ahora que ella tenía un objetivo marcado, daba una sensación completamente diferente, haciéndome sentir culpable por desear mandarla de vuelta a casa.
—¿Puedo sentarme? —preguntó en tono afable el de cabello castaño y yo di mi aprobación con un gesto de la mano al tiempo que masticaba.
Durante el simulacro me fijé en varias cosas en las que no se me ocurrió pensar hasta ese momento. Por ejemplo; había un grupo de alumnos que se encontraban en una excelente condición física. Uno de ellos era Jake, quien colocó su bandeja delante de la mía con una media sonrisa mientras le hacía señales con un brazo en alto a un amigo para que se acercara también.
—Buenos días —dijo el otro cuando se sentó. Una banda para el cabello cubría la mitad de su frente a juego con un abrigo deportivo impecablemente blanco. Este rápidamente atacó la comida. Parecía una anaconda tragando a su presa.
—Jungwon te vas a atorar, come cómo una persona por favor —Jake echó unas risas bajas y volvió su atención a mi — ¿Eres de primero no? Nunca te había visto...
—Sí, esta es... Mi primera vez aquí —miré a Won incómodo, mi familia estaba compuesta casi en su totalidad por mujeres, así que estaba acostumbrado a otro tipo de comportamiento. Por otra parte Jake parecía totalmente acostumbrado.
No era que me molestara Jungwon, pero me pareció raro y maleducado en un principio, que a pesar de su pulcro aspecto, comiese como un salvaje. Le extendí una servilleta para que limpiara el lado izquierdo de su boca, de donde goteaba yogurt; antes de que embarrara su abrigo y a mi me diera un tic en el ojo por su falta de delicadeza. Jungwon me miró sin entender al inicio, pero luego la tomó; se limpió de una forma tan fina que Jake no pudo contener la risa.
—Lo siento, es que tengo, mucha hambre. No soy así todo el tiempo —hizo de la servilleta una pelota y la tiró dentro de la bandeja ya vacía. Yo me pasé una mano por la cara replanteándome mi existencia.
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Posdata
FanfictionUn retrato y unos nombres, son los únicos indicios con los que cuentan los gemelos para desentrañar el misterio que mora detrás el portón negro...
