Posdata

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—Ya nos dimos cuenta —un aire sarcástico y burlezco llenó las palabras de su amigo, antes de dirigirse a mi nuevamente —Bueno, te vi correr esta mañana y wow. Eres bastante atlético —añadió.

—Se puede decir que si... —contesté. La comunicación se me daba fatal, esperaba que ellos fueran más abiertos y me sacaran las palabras, por lo menos al inicio. Jake hizo un sonido como de cachorro al llevar el primer pedazo de pan a su boca. Parecía que degustaba un trozo de gloria, asi que asumí que era de la clase de persona que tiene un apetito bendito, de esos que ni en las peores situaciones dejan comida en el plato.

—¿Practicas deportes? —preguntó Jungwon. Yo le di un mordisco a la manzana y negué.

—Voy al gym, pero hace muchos años que no hago deportes. ¿A qué se debe la curiosidad? —seguí comiendo mientras Jake me hablaba de nuevo animadamente.

—Necesitamos jugadores en el equipo de Basket. Y tu eres muy alto...

—Y atlético...—agregó Jungwon viendo su teléfono vibrar insistentemente sobre la mesa, lo que hizo que juntara las cejas en gesto preocupado —Denme un minuto, voy a responder —se levantó alejándose unos metros y el otro continuó con la plática.

—Entonces queríamos saber si podrías unirte, oye pero sin presiones, tal vez podrías ir al gimnasio hoy y ver la práctica, participar para divertirte y si te gusta podrías quedarte —explicó con una amplia sonrisa, toda su expresión estaba iluminada. Jake parecía un tipo de fiar, pero como en ese lugar nada era lo que aparentaba, mi guardia no bajó ante su amabilidad.

—Está bien, me lo voy a pensar —sonreí suavizando la respuesta. Si tenía que hacer un personaje distinto a mi mismo para encajar, no me lo pensaría dos veces.

—¡Perfecto, así se habla! —juntó sus manos haciendo un único aplauso mientras Jungwon se sentaba nuevamente con suspiro apesadumbrado —¿Era él?

—Sí, pobre... —contestó recargándose en el asiento. Miró su reloj — Ya casi es hora de irnos a clase. Por cierto Sunghoon... ¿A que salón vas?

—Al 1ro- D. Me gustaría preguntarles dónde queda.

—Fácil, te mostramos... —Jake hizo el ofrecimiento con amabilidad y nos levantamos echando a andar rumbo al lado del edificio que pertenecía al docente. Entonces Jungwon comenzó con su explicación.

—El internado es una edificación antigua, como habrás podido ver, y está compuesta por tres grandes edificios. —el del cabello castaño asentía sín interrumpir, con paso entusiasta a nuestro lado —En el ala derecha los dormitorios, donde ya estuviste anoche,  hombres al lado contrario de las mujeres.

—Que no se te olvide, hay un estudiante que de vez en cuando se confunde —bromeó Jake.

—¿A que te refieres?

—Ah, las chicas han puesto quejas de que alguien ha estado observando a travez de las ventanas desde el año pasado —contesta el pelinegro aguantando la risa.

—Ish, debe ser un enfermo sexual. —hago una mueca de asco doblando la esquina del corredor con mis compañeros.

—Esta es el ala izquierda, el docente —apunta con el dedo mientras nos detenemos en la intersección y me da más explicaciones —En el centro las escalinatas y cátedras —vuelve a señalar en dirección opuesta a las aulas —En la parte trasera el gran comedor y la cocina.

—Además de un edificio individual que sirve como gimnasio, y los dos patios, el delantero y el trasero que ya viste al llegar —completó el otro —Y tu salón... Es... —busca alzando la vista sobre las cabezas de los demás estudiantes —Justo aquel ¿Ves?