❛ CAPÍTULO TREINTA ❜
donde todo empezó
« Sería correcto comenzar desde un inicio. Ya que antes de continuar, uno tiene que saber porqué llegó al lugar en donde está en el presente.
Paulette tiene que saber porqué ahora se estaba desangrando en una cama, manchando las sábanas negras de lo que parecía agua, pero en realidad era la sangre que desbordaba de su cuerpo.
Y tú, querido lector, deberías demandar por un inicio fuera del capítulo uno. Un inicio que no se había mostrado ni en los recuerdos de los herederos de Sergeyve.
La noche cuando todo empezó.
La noche la cual llevó a ambos Sergeyve a estar perdiendo litros y litros de sangre tal vez al mismo momento.
Y con una última bocanada de aire por parte de Paulette (antes de caer bajo los efectos de la anestesia), estarás a punto de descubrirlo... »
Las amistades van y vienen. Los vínculos se crean y se rompen. El amor desborda del corazón o simplemente desaparece.
Alexandrovich y Paulette Sergeyve no iban a ser la excepción.
La noche en qué su padre llegó con una bebé en brazos quedó grabada en la cabeza de Caesar por el resto de su vida.
Estaba en los brazos de su madre, casi quedándose dormido a pesar de los berrinches que hizo por querer esperar a que Sasha regresará de trabajar. Pero la calidez de una mujer era suficiente para el pequeño de cinco años.
El latir del corazón de su madre fue lo único que le importó e interesó esos últimos minutos. Ya ni siquiera lograba escuchar el tarareo que lo había estado arrullando durante la última hora, ni la leña del fuego romperse por el calor.
Casi a punto de quedarse dormido sus ojos se abrieron de golpe cuando el palpitar se volvió más acelerado. Se despegó del pecho de su madre, subiendo su cara para mirarlo confundido.
Pero ella no lo estaba viendo, por lo que al seguir su mirada se encontró con su padre. Su saco de piel de oso blanco estaba manchado de sangre, pero no estaba sobre sus hombros, más bien envolvía a algo que se cargaba con su brazo izquierdo.
O más bien, a alguien.
─── ¿Qué es lo que traes contigo ahora, Sasha? ───más que una pregunta fue un reclamo escupido con veneno por parte de su madre───. Alexandrovich, dame un segundo.
No tuvo que pedirlo dos veces. El pequeño niño se bajó del regazo de su madre, caminando de espaldas a la chimenea con cuidado de no quemarse con el fuego que amenazaban con quemar sus ropas.
La mujer se levantó de la silla y se acercó hasta la cabeza de Sergeyve. Lo fulminó con la mirada antes de tomar su brazo y bajarlo hasta su altura sin poco tacto. El bulto que traía tal vez hubiera caído de no ser porque su mano sostenía los pequeños pies bajo su saco.
─── Un bebé. ───susurró con un hilo de voz───. ¿Es tu bebé? ¿De alguna de tus amantes, tal vez?
─── Que poca estima me tienes para pensar que podría tener a alguien más aparte de ti. ───sus palabras fueron sencillas, pero hicieron al pequeño rubio temblar gracias a su tono amenazador.
─── Entonces explícame porqué hay un bebé que no es mío ni tuyo bajo este techo.
Su madre era una mujer reservada. No cuidaría ni amaría a alguien con quién no compartía sangre.
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Chess game ─── caesar a. sergeyve
Fanfiction" Cometiste el error de haber confiado en mí, ahora solo serás una pieza más de mi juego de ajedrez. " roses & champagne. © dearbybear_ 2023 cover...
